En una noche vibrante en el estadio Gigante del Norte, Gimnasia y Tiro de Salta se impuso por 2-0 ante Temperley y aseguró su pase a los cuartos de final del reducido por el segundo ascenso a la Primera División del fútbol argentino. Los goles de Fabricio Rojas, a los 32 minutos del segundo tiempo, y de Villarreal, en el cierre del partido, desataron la euforia de los hinchas albos que colmaron las tribunas del emblemático recinto salteño.
Desde el pitazo inicial, el equipo dirigido por Teté Quiróz tomó las riendas del encuentro, presionando a un Temperley que se vio superado en los primeros minutos. Los albos generaron peligro constante, con un juego vertical que arrinconó a la visita en su propio campo. A los 17 minutos, un claro agarrón a Gordillo en el área fue ignorado por el árbitro, lo que encendió los ánimos de la parcialidad local. Minutos después, un remate de media distancia de Montoya obligó al arquero Mastrolía a lucirse para evitar la apertura del marcador.
El complemento mostró a un Gimnasia decidido a romper el cero. Un cabezazo de Contín, que el arquero desvió al córner, y otro de Gordillo, que rozó el palo, dejaron en claro que el gol estaba al caer. Mientras Temperley intentaba reaccionar con un remate lejano de Milo que pasó cerca, los albos no bajaron el ritmo y encontraron la recompensa a su insistencia. A los 32 minutos, un saque largo del arquero Abadía fue peinado por Sivetti, dejando a Rojas mano a mano con Mastrolía. Con una definición precisa, el delantero puso el 1-0 que hizo estallar al Gigante del Norte.
En los minutos finales, Temperley se lanzó con todo en busca del empate, dejando espacios que Gimnasia aprovechó con inteligencia. Ya en tiempo de descuento, Villarreal selló el 2-0 tras una gran jugada colectiva, asegurando el triunfo y desatando la fiesta en las tribunas. La hinchada alba, que no dejó de alentar, celebró el paso clave hacia el sueño del ascenso.
Ahora, Gimnasia y Tiro espera conocer a su próximo rival, que se definirá este domingo tras completarse la primera ronda del reducido. Con el envión anímico de esta victoria y el apoyo incondicional de su gente, el Albo se ilusiona con seguir avanzando en la pelea por volver a la máxima categoría del fútbol argentino. Salta, una vez más, late al ritmo de su equipo.