El ministro de Economía, Luis Caputo, se reunió en Washington con el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, en el marco de las negociaciones para obtener asistencia financiera para Argentina. El encuentro se produce días antes de la reunión entre el presidente Javier Milei y Donald Trump, prevista para el 14 de octubre en la Casa Blanca.
Bessent calificó la reunión como productiva y expresó que continuarán las conversaciones sobre las distintas alternativas de apoyo al programa económico argentino. La delegación argentina está integrada también por José Luis Daza, secretario de Política Económica; Pablo Quirno, secretario de Finanzas; y Santiago Bausili, presidente del Banco Central.
El objetivo principal es avanzar en un paquete de asistencia que incluiría un swap de monedas por 20.000 millones de dólares, un crédito stand-by y el rescate de bonos. La intención es reforzar las reservas del Banco Central y contener la presión sobre el tipo de cambio, en un contexto de alta volatilidad financiera.
El dólar oficial cerró recientemente a $1455 en el Banco Nación, los financieros operan cerca de $1500 y el riesgo país supera los 1000 puntos, reflejando la tensión en los mercados.
En paralelo, el FMI confirmó que coordina con el Tesoro de EE.UU. los planes de asistencia financiera. La directora del organismo, Kristalina Georgieva, destacó que se trabaja en apoyo a las reformas argentinas y en la utilización de Derechos Especiales de Giro (DEG), activos del FMI que Estados Unidos podría canalizar hacia la Argentina.
Desde Buenos Aires, los mercados observan con atención los resultados del viaje. Analistas locales señalan que cualquier anuncio concreto de apoyo financiero podría aliviar la presión sobre el dólar y mejorar las expectativas económicas.
En Salta y el norte argentino, los sectores productivos esperan que la estabilización del tipo de cambio facilite la planificación y reduzca los costos financieros, especialmente en agricultura, minería y comercio. El Gobierno busca que la visita de Caputo y la reunión de Milei con Trump consoliden un respaldo estratégico y económico en un momento de alta incertidumbre.