El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) confirmó lo que el gobierno de Javier Milei venía anticipando: la economía argentina está en franca recuperación.
En el primer trimestre de 2025, el Producto Interno Bruto (PIB) registró un robusto crecimiento interanual del 5,8%, un dato que no solo supera las expectativas, sino que evidencia el acierto del rumbo económico trazado por el oficialismo tras el complejo escenario heredado.
Este crecimiento marca un punto de inflexión respecto al mismo período de 2024, cuando la economía aún lidiaba con las secuelas de la fuerte devaluación inicial –el denominado “Massazo”– implementada para estabilizar las variables macroeconómicas. Lejos de aquellos días de incertidumbre, los números actuales reflejan una reactivación sólida, impulsada por una estrategia que combina disciplina fiscal con incentivos a la inversión privada.
Inversión y consumo: los pilares del repunte
El desglose del informe del Indec es revelador. En términos trimestrales desestacionalizados, el PIB creció un 0,8% respecto al último trimestre de 2024, consolidando la tendencia alcista. Pero el dato más sobresaliente es el desempeño de la formación bruta de capital fijo, que se disparó un 9,8% en la comparación trimestral y un impresionante 31,8% interanual. Este indicador, que mide la inversión en bienes de capital, confirma que el sector privado está respondiendo con entusiasmo a las señales de estabilidad y confianza que el gobierno ha sabido proyectar.
El consumo privado, por su parte, mostró un crecimiento moderado del 2,9% respecto al trimestre anterior, reflejando una recuperación paulatina de la capacidad de compra de los hogares. En contraste, el consumo público registró una leve caída del 0,1%, coherente con la política de austeridad que Milei ha defendido como pilar de su gestión. Las exportaciones, sin embargo, cayeron un 1,5%, un dato que el gobierno deberá monitorear para evitar que afecte el superávit comercial.
Sectores dinámicos y desafíos pendientes
A nivel sectorial, el crecimiento fue liderado por la intermediación financiera, que se expandió un notable 27,2%, seguida por la pesca (+11,6%) y el sector de hoteles y restaurantes (+9,0%). Estos números sugieren un dinamismo tanto en los servicios como en la economía real, con un repunte en actividades vinculadas al turismo y el comercio exterior. Sin embargo, no todos los sectores acompañaron esta tendencia: los hogares privados con servicio doméstico cayeron un 2,2%, un reflejo de los ajustes en el gasto de los hogares en servicios personales.
Un mensaje claro para los mercados y el FMI
Con estos datos en la mano, el gobierno de Milei refuerza su narrativa de orden económico y recuperación. La combinación de un crecimiento sólido, un boom inversor y una inflación que, aunque no mencionada en el informe, parece estar bajo control, posiciona al país en un escenario favorable para negociar con el Fondo Monetario Internacional y atraer más capitales. No obstante, la caída en las exportaciones y la necesidad de sostener las reservas internacionales serán desafíos clave en los próximos meses.
En definitiva, los números del primer trimestre de 2025 confirman que el rumbo económico de Milei está dando frutos. Lejos de las críticas iniciales, los datos duros respaldan una gestión que ha sabido transformar la crisis en oportunidad, sentando las bases para un crecimiento sostenido. El mercado y los argentinos observan con atención, pero hoy, la evidencia es clara: la economía está en marcha.
Por Luis Rodríguez
