A casi tres meses de su asunción, el gobierno de Javier Milei recibió un nuevo "cachetazo" por parte de los formadores de precios. En los grandes supermercados y también en los comercios de cercanía, las subas promediaron el 15% en febrero, en tanto que el consumo masivo se derrumbó entre 18 y 20%.
"Si bien no hubo aumentos tan grandes como en diciembre, este año comenzó con remarcaciones de precios. Los pronósticos señalan que habrá más aumentos por la inflación de costos", expresaron fuentes del hipermercadismo. "Todo debe estar atravesado por la racionalidad", dijeron, en alusión a las remarcaciones que lleguen en el corto plazo.
El atraso en los valores que manejan las empresas fabricantes ronda el 40/50%. Entidades supermercadistas señalaron que se observan faltantes de algunos productos, al tiempo que se retiraron o redujeron casi todas las bonificaciones. "Hay casos como el arroz y los fideos donde hubo 30% de remarcación", expresaron desde la Federación de Almaceneros de la provincia (FABA).
"Pedís y te traen el 50%", según fuentes de la cámara mayorista CADAM y de la Confederación General Almacenera, que coincidieron en los problemas citados: aumentos, cupos de entrega y retiro de beneficios. Incluso, dos fuentes relacionadas con el sector fabricante de alimentos reconocieron a este medio que "las empresas apelan a ajustar por volumen y precio" y que "otra salida es ver las bonificaciones".
Productos sensibles
Las situaciones más graves se están dando en productos como la yerba mate en la mayoría de sus marcas; y casos renombrados como aceite, harina y azúcar.
Desde los grandes supermercados aseguraron que se está viviendo un escenario de "cuotificación" o abastecimiento de alimentos por cupos, como forma de presionar para lograr aumentos de precios.
La cuotificación es uno de los mecanismos principales que está utilizando la industria alimenticia y "nos golpea en forma directa. Está claro que lo que buscan es una suba de los precios pero estamos muy firmes para no convalidarlos", agregó otro directivo.
La misma posición de resistencia está siendo protagonizada por la Cámara Argentina de Supermercados (CAS), ya que el pedido oficial es que no compren productos con aumentos injustificados de precios y denuncien a las empresas que remarcan o entregan menos mercadería.
