La tasa del 29,50% pactada para la colocación del Bonte 2030 la semana pasada significó un buen negocio para los inversores, pero no para el Estado, ya que es un nivel “caro” ante una inflación estimada en el 15% para los próximos doce meses, sostuvo hoy el economista y analista financiero Salvador Di Stefano.
El conocido “gurú de la City” sostuvo que no esperaba que el dólar mayorista cotice por arriba de los $1.200 -días atrás daba por seguro que se acercaría el piso de la banda cambiaria, hoy en $990-, pero alertó que con el actual nivel de las tasas pasivas (para depósitos en plazo fijo y otros) será “difícil reactivar”.
Asimismo, manifestó su preocupación por el “escenario de gran confusión” internacional, con una “alta volatilidad en Estados Unidos, por sus oscilaciones en materia arancelaria”.
Un bono con tasa muy alta
En un hilo de posteos en la red social X, Di Stefano destacó que “la colocación del bono en pesos al año 2030 fue muy auspiciosa”, por tratarse de “la primera colocación internacional después de mucho tiempo”, en la que “las ofertas superaron holgadamente la colocación”.
No obstante, advirtió que “la tasa de interés fue muy alta”, al punto que “en su primer día en el mercado, ya rinde el 29,9% anual”.
“Si esperamos a un año una tasa de inflación en torno del 15% anual, la tasa real es del 13,0% anual, que es mucho más elevada que la tasa de retorno del bono que ajusta por inflación TX26 que rinde inflación más el 9,0% anual”.
Di Stefano agregó que “en los años sucesivos la inflación será de un digito, y el bono colocado tendrá una tasa escrita del 29,5% anual, muy bueno para el inversor, caro para el Estado”.
“Seguramente el gobierno apuntará a una segunda emisión, a una tasa más razonable, sin embargo, en la actual coyuntura el mercado está dormido y poco entusiasmado”, reflexionó.
Salvador Di Stefano analizó qué pasará con el dólar
