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¡IMPARABLE!

La inflación de enero apunta a superar el 5,5% por la suba de servicios y el dólar blue

Precios regulados como los combustibles, las prepagas y las tarifas, más los componentes estacionales, provocarán que enero registre una inflación por encima de diciembre, según analistas.

La inflación de enero apunta a superar el 5,5% por la suba de servicios y el dólar blue

Las estimaciones de las consultoras indican que el 5,1% de inflación que se registró en diciembre será superado en enero. Es que los aumentos en las naftas, los colectivos, las prepagas y las tarifas de servicios públicos –entre otros- impactarán de lleno en el dato del primer mes de 2023, que oficialmente será difundido por el INDEC el 14 de febrero.

Analistas dan cuenta de una “resistencia a la desaceleración” en la escalada de precios y eso complica la intención del ministro de Economía, Sergio Massa, de que para abril pueda informarse un IPC “con el número 3 adelante”.

Un interrogante en el corto plazo lo plantea el precio de la carne. Después de haber registrado un incremento muy por debajo del nivel general durante 2022, parece ahora estar por empezar un aceleramiento a partir de un fuerte aumento en el valor de la hacienda.

Los analistas estiman que la inflación de enero superará el 5,5% por la suba en los servicios

Desde la consultora Analytica estimaron una inflación de 5,8% para el primer mes del año, siete décimas por encima de diciembre. Ese nivel se alcanzará por el aumento de precios regulados, como naftas (que subieron 4%), colectivos (39%) y prepagas (6,9%).

Además, los alimentos mostraron en enero subas superiores a los meses previos. Todo en medio de la sequía extrema y la tensión que mostró el mercado cambiario, con el dólar blue en nuevos máximos históricos y los financieros con fuertes repuntes. A eso hay que sumarle los ajustes en las tarifas de electricidad y gas por la segunda etapa del recorte de subsidios.

En tanto, Damián Di Pace, director de la consultora Focus Market, también proyectó una inflación superior a la del mes pasado: 5,7%. En el arranque del año, “pegaron fuerte los precios regulados, si bien son subas que ya estaban previstas”, expuso.

Si bien alimentos y bebidas aumentarían este mes por debajo del nivel general (4,9%) “hay que esperar para ver qué termina sucediendo con la carne, básicamente porque aumentó poco de manera interanual, en el orden del 44%, pero en los últimos días el Mercado de Hacienda está convalidando aumentos en torno a 20% que pueden llegar a impactar en el IPC”, dijo el economista.

El incremento del valor de la hacienda, motorizado por una menor oferta en el Mercado de Cañuelas, podría tener su correlato en las carnicerías y, con ello, el rubro alimentos y bebidas -el que más peso tiene en el IPC- reflejaría un incremento mayor al previsto para enero.

Matías Bolis Wilson, economista jefe de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios, también proyecta una inflación de enero por encima a la del último mes de 2022: “eso será por el componente estacional”, evaluó.

También dijo que habrá persistencia de la inflación por las condiciones monetarias, aunque destacó que con la batería de medidas adoptadas por el Ministerio de Economía en los últimos meses, la suba de precios “se ve contenida”.

El analista consideró que aún existe “cierta resistencia a la desaceleración” en los precios, pero marcó una diferencia con relación a meses anteriores: dijo que la incertidumbre sobre una posible escalada sin control era mucho más alta y ahora está acotada.

¿Qué puede pasar con Precios Justos?

El programa oficial congeló el valor de 2000 productos desde el 11 de noviembre hasta el 28 de febrero próximo. Funcionarios de la Secretaría de Comercio comenzaron en los últimos días los contactos con las principales empresas de consumo masivo para renovar esa iniciativa oficial, que apunta a reducir las expectativas inflacionarias.

Para Analytica, Precios Justos representa menos del 3% de los precios que releva el INDEC, por lo tanto “su incidencia en el índice general es muy baja”. Por ese motivo, se trata “de una política de ingresos, que puede servir para que las familias accedan a ciertos bienes y servicios a valores más en línea con la evolución de sus salarios”.

En tanto, Di Pace consideró que sostener un programa de precios durante cuatro meses cuando la inflación de alimentos sigue en niveles elevados “muestra que no solo hay tensión con este plan, sino también pocas probabilidades de entrega de las cantidades acordadas en todas las bocas de grandes superficies comerciales, que permita dar continuidad a un nivel de precios sin ningún tipo de variación”.

En otras bocas, como autoservicios, despensas o supermercados chinos, que no están incluidos en el programa, “hay aumentos de dos dígitos”, alertó el analista.


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