Con solo cinco ingredientes que probablemente ya tenés en casa, podés preparar unos chipa caseros y saludables, sin conservantes ni ingredientes extraños. La clave está en reemplazar algunos de los clásicos por opciones más livianas, pero sin resignar ese gustito característico que los hace especial.
Ingredientes para hacer entre 10 y 12 chipas pequeños
1 huevo
1 taza de fécula de mandioca
2 puñados generosos de queso en hebras (el que tengas o prefieras, puede ser light o semiduro)
2 cucharadas de aceite de oliva
¼ taza de leche (puede ser común o vegetal)
Tip extra: si tenés un pedazo de queso entero, podés rallarlo en la licuadora o procesadora.
El paso a paso para hacer los chipa más ricos y livianos
Primero, poné a precalentar el horno a 180 grados y engrasá levemente una placa para horno o cubrila con papel manteca.
En un bowl grande, colocá el huevo, el aceite de oliva y la leche. Batí apenas para integrar. Luego agregá la fécula de mandioca y, por último, el queso rallado o en hebras.
Mezclá todo con cuchara o con las manos limpias hasta que se forme una masa tierna y moldeable.
Con las manos, tomá pequeñas porciones de masa y formá bolitas del tamaño de una nuez. Si la mezcla está muy pegajosa, podés humedecerte un poco las manos para trabajarla mejor.
Colocá los chipas en la placa dejando un poco de espacio entre cada uno (aunque no crecen mucho, mejor que no se toquen). Llevá al horno precalentado por 20 minutos o hasta que estén doraditos por fuera y bien inflados.
Retiralos del horno y dejalos enfriar unos minutos.