Hay algo mágico en la cocina de las abuelas: con pocos ingredientes y mucho cariño, preparan platos inolvidables, como los niños envueltos. De hecho, no necesitan lujos ni técnicas modernas, solo sabiduría popular, manos con historia y ese don especial para hacer rendir lo que hay en casa.
Dentro de ese universo de delicias simples y caseras, los niños envueltos se ganan un lugar especial. Esta preparación, versátil y rendidora, permite aprovechar lo que tenemos a mano y transformarlo en una comida sabrosa, nutritiva y familiar. Ya sea con carne, arroz, verduras o sobras del día anterior, son un verdadero comodín que nunca decepciona.
Ingredientes para los niños envueltos caseros y baratos:
- 1 atado grande de acelga (hojas grandes enteras)
- 300 gramos de carne picada (vacuna, pollo o mezcla)
- 1 taza de arroz cocido
- 1 huevo
- 1/2 cebolla picada
- 1 diente de ajo picado
- 2 cucharadas de queso rallado (opcional)
- Sal
- Pimienta, orégano y pimentón a gusto
- Salsa de tomate (casera o envasada)
- Aceite para saltear
Preparación paso a paso:
1- Para empezar, lavar bien las hojas y separar las más grandes y enteras. Hervirlas 1 minuto en agua con sal o pasarlas por agua caliente hasta que se ablanden un poco. Escurrir con cuidado.
2- Hacer el relleno:en una sartén con un chorrito de aceite, rehogar la cebolla y el ajo hasta que estén transparentes.
3- Por otro lado, en un bol, mezclar la carne picada cruda, el arroz cocido, el huevo, las cebollas salteadas, condimentos y el queso rallado.
4- Armar los niños envueltos: colocar una cucharada de relleno en el centro de cada hoja de acelga y enrollar como si fuera un paquetito (doblando los bordes hacia adentro primero). Acomodarlos en una fuente para horno o en una olla.
5- Cocinar: cubrir con salsa de tomate (puede ser una salsa liviana con ajo y orégano) y un chorrito de agua.
6- Cocinar tapado a fuego bajo durante 30-40 minutos o llevar al horno moderado hasta que estén bien cocidos.
Consejos útiles de la abuela:
- Elegí hojas grandes y sanas de acelga, ya que son más fáciles de rellenar y doblar.
- El relleno admite variantes: podés usar lentejas, soja texturizada, sobras de pollo, verdura picada o lo que tengas en casa.
- Si querés una opción más liviana, podés usar arroz integral o reemplazar la carne por vegetales salteados.
- Para que no se abran, asegurá bien el cierre o colocá los rollitos bien pegados entre sí.
- Quedan más ricos al día siguiente, como todo guiso casero.
El secreto mejor guardado:
Antes de armar los rollitos, salteá ligeramente el relleno en la sartén, solo un par de minutos, hasta que la carne cambie de color. Esto ayuda a concentrar sabores, que se mezclen mejor los ingredientes, y le da ese gusto a comida “bien hecha”. No es imprescindible, pero hace que el relleno quede más sabroso y con ese toque casero que se siente en cada bocado.
Además, agregá al relleno una pizca de nuez moscada y un chorrito de leche para suavizar la mezcla. Además, un toque de caldo casero o grasa de puchero en la salsa hace que el sabor sea profundo, reconfortante y lleno de recuerdos.