Esta receta literalmente es un giro a lo tradicional: una tarta espiral. Lleva los mismos ingredientes que cualquier tarta de verduras y ricotta pero tiene una presentación distinta, original... ¡Perfecta para recibir la primavera con aires renovados!
En este caso el relleno es de calabaza, pero se puede reemplazar por espinacas, brócoli, un mix con varias verduras. La clave está en añadirle bastante queso y cerrar bien los rollitos que forman esta espiral muy sabrosa.
También podemos hacer espirales dulces con relleno de manzana, pera, dulce de membrillo o batata.
Para la masa integral:
300 g de harina.
2 cucharadas de mix de semillas.
50 cc de aceite.
1 cucharadita de sal.
1 cucharada de azúcar.
300 cc de agua.
Para el relleno:
1 cebolla.
500 g de puré de calabaza.
250 g de ricotta.
Tomillo.
queso rallado y muzarella rallada c/n
1 huevo para pintar
semillas de sésamo para decorar ( opcional)
Cómo hacer la tarta espiral:
Para la masa mezclar la harina, la sal con el mix de semilla y el aceite, de a poco agregar el agua, amasar hasta unir y formar una masa. Dejar reposar y estirar.
Si usamos tapas de tarta, estirar las dos masas suavemente para darles forma rectangular y volver a enfriarlas.
Para el relleno mezclar el puré, la ricota con la cebolla previamente rehogada con aceite y sal; condimentar, sumar los quesos y el tomillo.
Para el armado, estirar la masa rectangular y cortar unas 6 tiras 6 x 20 cm, rellenarlas con el puré ( que se puede pasar a una manga para hacerlo más fácil o disponer con una cucharita) y cerrarlas bien. Hacer varios rollitos.
Una vez listos, colocarlos en una tartera, de afuera hacia adentro, con las uniones de la masa hacia abajo, formando la espiral. Pintar todo con huevo y espolvorear con semillas. Cocinar la tarta en un horno moderado por unos 25 minutos.