La tecnología aporta nuevos elementos para que de una vez por todas, se pueda resolver el caso Madeleine McCann. Llevaron desde Alemania un sofisticado escáner con equipo para perforar y poder detectar elementos ocultos a 4 metros de profundidad. Y mientras tanto, la observación de imágenes satelitales, tomadas muchas veces en estos 18 años, parecen aliarse para hallar una pista en concreto.
Se trata de una imagen satelital de la casa abandonada que ocupó el alemán Christian Brueckner en Portugal en el mismo momento en que la niña Maddie (tenía solo 3 años), desapareció en 2007. Desde los satélites se puede ver una estructura extraña, que no encaja con lo que hay a su alrededor. Es una carpa de color blanca que está armada, pero dentro de la casa, a la que le falta el techo.
Todos esos datos permiten concluir que esa construcción perdida se deterioró tanto que su techo se derrumbó. Sin embargo, en lugar de restaurarla, alguien decidió levantar una carpa grande que, misteriosamente, se mantiene en la actualidad.
¿Para qué querría Brueckner montar una carpa en el "interior" de una casa que perdió su techo? Es la pregunta que se hacen los investigadores que, en número de 25, llegaron desde Alemania al sur de Portugal. Tal vez para matar a alguien sin ser visto o incluso, enterrarlo en ese lugar. Un elemento más de esta misteriosa desaparición que lleva casi 20 años.
Lo concreto es que los efectivos germanos, con la ayuda de Scotland Yard y la policía portuguesa, centraron esta nueva búsqueda y rastrillaje en esa zona. Hasta allí desplazaron el moderno escáner que, como en una prospección, puede buscar cosas a varios metros de profundidad, debajo de la superficie de la Tierra.
Caso Madeleine: La revelación de la imagen satelital
Esta nueva pista satelital ha reabierto una de las investigaciones criminales más inquietantes de las últimas décadas: la desaparición de Madeleine McCann, la niña que tenía solo 3 años. Detectaron una carpa abandonada en las inmediaciones de Praia da Luz, al sur de Portugal. El operativo llevaba dos días cuando desde los satélites llegó este complemento que parece fundamental. Podría acercar, por fin, respuestas definitivas.
Esa carpa se encuentra en un terreno aislado, entre matorrales y árboles bajos, no muy lejos del complejo turístico donde Madeleine, entonces de tres años, fue vista por última vez el 3 de mayo de 2007. Sus padres la dejaron durmiendo en la habitación de la posada en la que estaban, fueron a cenar y al regresar, ya no estaba.
Por la proximidad, despertó inmediatamente el interés de los investigadores. Era una antigua residencia vinculada a Christian Brueckner, el ciudadano alemán de 48 años, señalado como el principal sospechoso en el caso desde 2020. Brueckner vivió durante años en la zona y frecuentaba lugares cercanos al sitio donde se ha localizado la carpa. Ahora le toca al moderno escaner ver si puede aportar la prueba final.
Caso Madeleine: Otra vez, novedades el último día
Los 25 agentes alemanes llegaron a Portugal para una misión de tres días. Fue justo en el comienzo del último cuando apareció la carpa que puede darle mayor razón de ser al ultramoderno escáner. Como puede hallar elementos a 4 metros de profundidad, los investigadores se preguntan si Brueckner pudo haber levantado la carpa en esa vivienda abandonada para ocultar sus maniobras para cavar una sepultura para la niña. Es importante, pero es una hipótesis, ¿Puede haber resistido en pie, a la intemperie, durante tantos años? ¿O simplemente la colocó allí alguien que, muchos años después, buscó algo de protección rodeado por los muros de una casa en ruinas abandonada?
Como sea, para la pesquisa, esos elementos, la fotografía satelital y la carpa, son mejores que nada. Si hace tan solo tres años, volvieron al lugar y hasta dragaron un lago cercano y se fueron con las manos vacías. Nada impide intentarlo una vez más. En la carpa y en la casa en ruinas, además, buscan posibles restos de ADN. Aunque las esperanzas de encontrar el pijama rosa que vestía la niña son más que escasas.
En esa zona, con el paso del tiempo se puso de moda pasar la noche por acampantes ocasionales. La duda es si Brueckner pudo haber "camuflado" su gravísimo delito, entre las demás carpas. A 18 años de la desaparición de Madeleine, muchos en esa zona de Portugal se preguntan si la tozudez policial es por la niña o por su reputación propia. Pero lo importante es que alguna vez se pueda cerrar el caso. No interesa cuál sea la llave para eso.