Las autoridades británicas detuvieron a tres personas en la localidad de Grays, condado de Essex, bajo sospecha de colaborar con los servicios de inteligencia rusos. El hecho refuerza la creciente preocupación en el Reino Unido por la presencia de individuos reclutados como intermediarios por potencias extranjeras.
De acuerdo con la Policía Metropolitana de Londres, los operativos se realizaron en un domicilio de la zona, donde fueron arrestados un hombre de 41 años y una mujer de 35. Minutos después, un tercer sospechoso, de 46 años, fue detenido en las inmediaciones. Los tres quedaron en libertad bajo fianza mientras continúan las investigaciones.
El comandante Dominic Murphy, responsable de la unidad antiterrorista de la Policía Metropolitana, señaló que en los últimos meses se detectó un incremento en la actividad de personas que operan como “proxies”, es decir, intermediarios al servicio de agencias de inteligencia extranjeras.
La noticia se da en un contexto de alerta creciente en Europa por el espionaje y la injerencia de potencias rivales en asuntos internos, en particular en medio de las tensiones entre Rusia y Occidente tras la guerra en Ucrania.
El caso será seguido de cerca por las autoridades de seguridad británicas, que buscan reforzar los mecanismos de control y detección temprana de actividades encubiertas en su territorio.