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Trump sube aranceles y pone en jaque al sector del acero argentino

El presidente de EEUU duplicará los aranceles al acero y al aluminio. La medida ya desplomó envíos desde Argentina y amenaza a Aluar y Techint

Trump sube aranceles y pone en jaque al sector del acero argentino

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sorprendió a los mercados al anunciar el viernes un incremento del arancel a las importaciones de acero del 25% al 50%, que entrará en vigor este miércoles 4 de junio. La decisión, que busca blindar la industria metalúrgica norteamericana, ya provocó reacciones en Europa y generó un impacto inmediato en América Latina, incluida la Argentina.

 

“El anuncio fue una sorpresa total. Ya los precios del acero en Estados Unidos están más altos que en cualquier otro lugar del mundo, y es un país importador neto que necesita que lleguen volúmenes. Todo esto no hace más que encarecer los precios”, sostuvo Josh Spoores, jefe de análisis de acero para América en la consultora CRU, en diálogo con CNBC.

Principales afectados y el impacto en Argentina

El endurecimiento arancelario afectará directamente a los principales exportadores a EEUU: Canadá, Brasil, México, Corea del Sur y Alemania. Parte de ese acero podría desviarse a Europa, lo que presionaría los precios a la baja. “Algunos fabricantes en Europa podrían beneficiarse construyendo productos intensivos en acero y exportándolos a Estados Unidos a medida que suban los precios allá”, señaló Spoores.

En paralelo, el impacto en Argentina ya se hizo visible. En 2024, el país exportó a EEUU unos USD 630 millones en acero y aluminio, aunque con un fuerte predominio del aluminio (USD 530 millones), producido casi en su totalidad por Aluar en Puerto Madryn. Desde marzo, cuando Trump impuso el arancel del 25%, las colocaciones argentinas se desplomaron.

Según datos del Aluminum Import Monitoring (AIM), Aluar pasó de exportar casi 19.000 toneladas en marzo a contar con licencias para apenas 370 toneladas en abril y 3.700 en mayo. La firma, que hasta entonces colocaba en EEUU alrededor del 40% de su producción, debió postergar entregas ante la incertidumbre.

Por el lado del acero, la afectada es Tenaris, del grupo Techint. Su filial en Texas debió comenzar a pagar aranceles por las barras de acero enviadas desde Argentina, utilizadas para fabricar tubos sin costura destinados a la industria petrolera. Aunque en términos relativos las exportaciones argentinas de acero representan menos del 0,5% de las compras totales de EEUU, el impacto para el negocio puntual es significativo.

Desde el sector empresario esperan definiciones oficiales y confían en que la cuestión se incluya en las conversaciones bilaterales entre los gobiernos de Javier Milei y Donald Trump, que según trascendidos se mantienen en estricta reserva.

Los industriales argentinos ya pidieron en febrero que Estados Unidos retrotraiga los aranceles al acero, lo que luego Trump hizo de manera unilateral hasta ahora.

Argentina representa el 0,20% de la producción mundial y es un proveedor confiable. Hay una integración productiva entre el sector siderúrgico de ambos países: la industria norteamericana solicitó a la Argentina productos de acero que son insumos para su proceso productivo. Esta importación fue debidamente autorizada por los organismos norteamericanos competentes.

El impacto negativo en Europa

El nuevo golpe arancelario también repercutió en Europa. Rella Suskin, analista de Morningstar, detalló que BMW estimó un impacto negativo “de una cifra alta de tres dígitos en millones” por los aranceles previos, reflejado ya en una caída del 1,8% en sus acciones. En el caso de Orsted, desarrolladora de energía eólica offshore, los analistas de Citi advirtieron dificultades por no contar con una cadena de suministro local en EEUU.

Kaye Ayub, directora de análisis de precios en la consultora MEPS International, advirtió que “la demanda de acero está baja en toda Europa, lo que erosiona los precios y los márgenes de ganancia de los productores locales”. Frente a un mercado saturado, con cierres de plantas y caída de la rentabilidad, el excedente redirigido desde EEUU podría agravar la sobreoferta.

En 2024, la Unión Europea exportó 3,89 millones de toneladas métricas de acero a Estados Unidos. De bloquearse ese flujo, los precios europeos caerán aún más. Ayub alertó que parte del acero asiático también será desviado a Europa, pese a las medidas de defensa comercial vigentes, lo que “podría socavar los esfuerzos de los productores locales por mantener la rentabilidad”.

Un muro frente a la competencia extranjera

Mientras tanto, Trump presentó la medida como un “muro insuperable” frente a la competencia extranjera. Lo hizo días después de que su gobierno autorizara el acuerdo entre Nippon Steel y la US Steel Corporation, operación que describió como “monumental” y que, según afirmó, asegurará inversiones por más de USD 14.000 millones en territorio estadounidense.

Gareth Stace, titular de UK Steel, resumió la preocupación del sector: “Las empresas británicas temen que ahora se cancelen pedidos, algunos de los cuales probablemente ya estén cruzando el Atlántico”.

Spoores cerró con una advertencia: “No espero que esta política dure tres meses. Incluso en tres semanas es incierto”. Y agregó: “Estos aranceles son tan altos que afectarán a una enorme cantidad de fabricantes en Estados Unidos, que son claves para el PBI y el empleo. Habrá presión para que esto cambie”.


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