A horas de que Donald Trump y Vladimir Putin se reúnan cara a cara en Alaska, el presidente argentino Javier Milei volvió a dejar en claro su alineamiento con Ucrania. A través de una videollamada con Volodímir Zelenski, el jefe de Estado argentino manifestó su voluntad de involucrarse activamente en el proceso de paz y respaldó la postura del mandatario europeo, quien insiste en que cualquier acuerdo con Rusia debe ser “justo” y garantizar la seguridad de su país.
Este nuevo gesto de Milei refuerza su posición internacional, en un momento en que la política exterior argentina se encuentra en plena redefinición. La charla con Zelenski se da en un contexto de máxima expectativa por la cumbre en la base militar Elmendorf-Richardson, donde Trump —en su regreso al centro de la escena global— intentará sentar las bases para un eventual fin de la guerra que ya lleva más de cuatro años.
Desde su asunción, Milei no escondió su simpatía hacia el liderazgo ucraniano, aunque sus gestos se moderaron con el correr de los meses, sobre todo cuando Trump —su principal aliado político— empezó a presionar por una salida negociada al conflicto. Con Estados Unidos enfrentando presiones internas por los enormes costos del apoyo militar a Kiev, la estrategia cambió y la Casa Blanca volvió la mirada hacia el diálogo. En ese marco, la videollamada entre Milei y Zelenski funciona como un mensaje político hacia ambos lados: reafirma el respaldo a Ucrania, pero sin confrontar abiertamente con los intereses norteamericanos.
Zelenski, por su parte, fue el encargado de difundir parte del contenido de la conversación. Según relató en sus redes sociales, le informó a Milei sobre los contactos diplomáticos más recientes y remarcó que la prioridad de Ucrania es lograr una paz “justa”, lo que implica no ceder ante las presiones rusas sin obtener garantías reales de soberanía y seguridad territorial. Milei, según el relato ucraniano, se habría mostrado dispuesto a colaborar personalmente en esa dirección.
La conversación no se limitó al conflicto bélico. También hubo un espacio para destacar los avances económicos del gobierno argentino. Zelenski felicitó a Milei por los resultados obtenidos en materia de desregulación y reducción de la inflación, al punto de mostrar interés en estudiar el “modelo argentino” para aplicarlo en su país. Este intercambio sorprendió por su tono elogioso y abre una puerta para una posible cooperación técnica entre ambos gobiernos.
En términos diplomáticos, también se habló de reactivar el diálogo entre los respectivos ministerios de Relaciones Exteriores. Ambos presidentes coincidieron en la necesidad de reanudar el formato de consultas políticas, lo que marcaría un paso más hacia una relación bilateral más activa. Según adelantó Zelenski, los equipos diplomáticos ya están trabajando para concretar esas reuniones a corto plazo.
La agenda compartida también incluyó temas de cooperación productiva. Se mencionaron posibles sinergias en sectores como la tecnología, la industria agrícola y la economía. Para Salta y el norte argentino, estas áreas de colaboración podrían representar una oportunidad concreta si se logra canalizar inversiones extranjeras hacia la producción local. La provincia, con su fuerte perfil agroindustrial y sus recursos estratégicos como el litio, podría insertarse en una eventual red de intercambios con Kiev, sobre todo si la guerra entra en una etapa de resolución.
Otro de los puntos destacados fue el respaldo argentino a la Coalición Internacional para el Retorno de los Niños Ucranianos, una iniciativa que busca restituir a sus hogares a miles de menores desplazados o secuestrados durante la guerra. Zelenski agradeció especialmente a Milei por su participación en este frente humanitario, que ha ganado peso en los foros internacionales.
El cierre de la comunicación incluyó una invitación formal: el presidente ucraniano expresó su deseo de recibir a Milei en Kiev en un futuro próximo. Aunque no hay fecha confirmada, no se descarta que el mandatario argentino pueda realizar ese viaje si se consolidan los avances diplomáticos y si la situación de seguridad lo permite.
La llamada se produce en la víspera de una reunión que podría cambiar el rumbo del conflicto. Trump y Putin tendrán este viernes su primer encuentro cara a cara desde el inicio de la guerra, en un intento de acercar posiciones. Aunque el exmandatario estadounidense fue cauto sobre los posibles resultados —habló de “preparar el terreno” para una segunda cita—, la señal de diálogo entre dos actores clave no pasa desapercibida. Y Argentina, a través de Milei, busca no quedar al margen.
La política exterior del Gobierno libertario ha girado claramente hacia una alineación con Occidente, en especial con Estados Unidos e Israel. En este escenario, el respaldo a Ucrania aparece como una pieza más del nuevo rompecabezas geopolítico que Milei quiere armar desde la Casa Rosada. No se trata solo de ideología: también hay una apuesta por posicionar a la Argentina como un actor relevante en el tablero global, con aspiraciones de influencia en temas de agenda internacional.