En la ciudad de Salta, el frío ha golpeado con fuerza. Hoy amaneció con una temperatura de 3.2°C a las 5 de la mañana, con una humedad del 77% y cielo despejado. La sensación térmica fue de 1°.
El 24 de junio, reportes meteorológicos indicaron que la capital vivió temperaturas bajo cero, alcanzando los -4 °C en la zona sur, con una sensación térmica de hasta -7 °C en las primeras horas.
Este descenso abrupto, causado por una masa de aire antártico, ha llevado a los salteños a extremar precauciones, desde el uso de calefacción hasta el cuidado de grupos vulnerables como niños y ancianos. El cielo nublado, combinado con vientos fríos del sur, ha mantenido las máximas por debajo de los 10 °C durante varios días, con pronósticos que advierten sobre posibles heladas, especialmente tras despejes nocturnos.
La capital, situada a unos 1.100 metros sobre el nivel del mar, no suele registrar nevadas, pero la intensidad del frío ha sido suficiente para cubrir autos y jardines de escarcha, creando un paisaje casi polar.
Nevadas en las localidades de altura
En las regiones serranas y de mayor altitud, como la Puna y los Valles Calchaquíes, las nevadas han sido un espectáculo recurrente este invierno. Localidades como San Antonio de los Cobres y Cachi, situadas por encima de los 3.900 metros sobre el nivel del mar, han registrado acumulaciones de nieve debido a las bajas temperaturas y la llegada de masas de aire polar.
Según el meteorólogo Ignacio Nieva, estas nevadas son típicas en áreas donde la isoterma de 0 °C desciende lo suficiente, algo que ocurrió en mayo y se espera que continúe en los próximos días. En zonas como San Lorenzo y Campo Quijano, más cercanas al Valle de Lerma, también se han reportado probabilidades de nieve, aunque menos intensas, debido a su altitud ligeramente menor. Estas nevadas no solo embellecen el paisaje, sino que también generan desafíos para las comunidades, que deben adaptarse a caminos resbaladizos y temperaturas extremas.
Perspectivas climáticas
El pronóstico extendido sugiere que el frío no dará tregua en el corto plazo. Con temperaturas máximas que apenas alcanzarán los 14 °C en la capital y la posibilidad de nuevas nevadas en las zonas altas, Salta se prepara para un invierno memorable. Mientras las cumbres se tiñen de blanco, la capital y sus alrededores enfrentan un frío que, aunque no trae nieve, transforma la vida cotidiana en un desafío contra las bajas temperaturas.
Este panorama climático, aunque exigente, resalta la belleza y la singularidad de Salta, donde el contraste entre sus paisajes nevados y su vibrante capital no deja de sorprender.