La Asociación Trabajadores del Estado (ATE) rechazó la propuesta salarial presentada por el Gobierno nacional para el cierre del año y aceptada por UPCN, el gremio mayoritario de la administración pública. La oferta incluye un aumento del 2% para diciembre y un bono extraordinario de $50.000 por única vez, una combinación que el sindicato calificó como insuficiente frente al deterioro sostenido del poder adquisitivo de los empleados estatales.
Desde ATE señalaron que la paritaria acordada no solo queda por debajo de la inflación proyectada para el último mes del año, sino que consolida una pérdida acumulada que se arrastra desde hace varios períodos. En ese marco, el gremio anunció que convocará a asambleas y plenarios para definir un plan de acción y no descartó medidas de fuerza en el inicio de 2025.
El secretario general de ATE, Rodolfo Aguiar, expresó el malestar del sector y cuestionó con dureza el acuerdo sellado por UPCN. Según planteó, el incremento salarial propuesto no alcanza a cubrir las necesidades básicas y profundiza la brecha entre los ingresos estatales y el costo de vida. Para el sindicato, el bono ofrecido tiene un impacto limitado y no compensa la caída real de los salarios.
ATE sostuvo que el cierre de este año deja a los trabajadores del Estado varios puntos por debajo de la inflación y alertó que la tendencia se mantendría durante 2025 si no se revisa la política salarial. De acuerdo con estimaciones oficiales del mercado, la suba de precios de diciembre rondaría el 2,2%, lo que ya ubica al aumento acordado por debajo de la evolución inflacionaria incluso antes de comenzar el nuevo año.
En ese contexto, el gremio remarcó que durante los últimos 12 meses las actualizaciones salariales quedaron sistemáticamente por debajo de la inflación, consolidando una pérdida del poder adquisitivo que consideran histórica. ATE calculó que, de mantenerse las proyecciones actuales, el próximo año cerraría con una inflación superior al 30%, mientras que la paritaria anual apenas superaría el 17%, marcando una diferencia de casi 14 puntos.
Además, el sindicato advirtió que desde el inicio del actual gobierno nacional los trabajadores estatales ya perdieron el equivalente a varios salarios completos, producto de aumentos que no lograron acompañar la suba de precios. Esa situación, señalaron, empujó a amplios sectores del empleo público hacia niveles de ingresos cercanos o por debajo de la línea de pobreza.
ATE también cuestionó el rol de UPCN en la negociación paritaria y planteó que aceptar incrementos por debajo de la inflación implica convalidar el ajuste sobre los salarios. Para el gremio, la falta de una recomposición real agrava el malestar en el sector público y anticipa un clima de creciente conflictividad social y laboral.
Frente a este escenario, la conducción sindical resolvió activar sus instancias orgánicas para debatir los pasos a seguir. Las asambleas y plenarios previstos buscarán consensuar un reclamo unificado por un aumento de emergencia que permita recomponer los ingresos y frenar la pérdida del poder de compra.
Desde ATE insistieron en que la discusión salarial no puede limitarse a bonos aislados ni a porcentajes que quedan rápidamente desactualizados, sino que debe contemplar una recomposición real y sostenida. Según plantearon, sin una revisión profunda de la política salarial, el inicio de 2025 estará marcado por tensiones y conflictos en distintos organismos del Estado.
El rechazo a la paritaria y el llamado a asambleas vuelven a poner en agenda el debate sobre los salarios estatales, la inflación y el impacto del ajuste en la administración pública, en un contexto económico que sigue siendo incierto para miles de trabajadores en todo el país.