MÁS DE NACIONALES



Impacto del calor

El calor extremo obligó a frenar operaciones en Aeroparque y causó demoras masivas

Más de 70 vuelos fueron afectados por tareas urgentes de mantenimiento en una zona operativa de la pista, en medio de una ola de calor que marcó temperaturas récord en Buenos Aires.

El calor extremo obligó a frenar operaciones en Aeroparque y causó demoras masivas

El intenso calor que se registró este sábado en la Ciudad de Buenos Aires provocó serias complicaciones en el Aeroparque Jorge Newbery, donde más de 70 vuelos se vieron afectados por trabajos de mantenimiento de urgencia en la pista. La situación derivó en demoras, cancelaciones y desvíos que alteraron la programación aérea durante gran parte de la tarde y generaron un fuerte impacto en la conectividad nacional.

Las operaciones comenzaron a interrumpirse alrededor de las 14, cuando se detectaron inconvenientes en un sector operativo cercano a la cabecera sur de la pista. Como medida preventiva y por razones de seguridad, se decidió suspender de manera total los despegues y aterrizajes. En ese lapso, más de 50 vuelos quedaron demorados y al menos 12 aeronaves que se encontraban en ruta fueron desviadas a otros aeropuertos, principalmente a Ezeiza.

El cierre del Aeroparque se extendió durante casi tres horas, hasta aproximadamente las 17, momento en el que se retomaron las operaciones de manera gradual. Sin embargo, la normalización completa del servicio demandó más tiempo debido al efecto en cadena que se produce cuando se altera la grilla aérea: aviones fuera de posición, tripulaciones con horarios modificados y pasajeros reprogramados.

Los trabajos se concentraron en un área aledaña a la pista principal, donde se registraron desprendimientos de asfalto. Si bien no se trató de la superficie central de aterrizaje y despegue, los protocolos vigentes obligan a interrumpir la actividad ante cualquier anomalía que pueda comprometer la seguridad. Las tareas se vieron complicadas por las condiciones climáticas, ya que a las altas temperaturas se sumaron las lluvias y tormentas de los días previos.

El episodio dejó en evidencia cómo el calor extremo puede afectar directamente a la infraestructura aeroportuaria. Las elevadas marcas térmicas generan dilataciones en el asfalto y aceleran su deterioro, lo que obliga a realizar intervenciones urgentes que, en aeropuertos con alta demanda como Aeroparque, tienen un impacto inmediato en miles de pasajeros.

Aunque las operaciones se reanudaron durante la tarde, se advirtió que las demoras podían extenderse durante el resto del día. Los vuelos cancelados o desviados debieron reprogramarse, y muchas aeronaves tuvieron que regresar a Aeroparque luego de aterrizar en otras terminales, lo que prolongó las complicaciones más allá del horario del cierre.

Todo esto ocurrió en el marco de una alerta amarilla por calor extremo vigente para la Ciudad de Buenos Aires y el Área Metropolitana. Las temperaturas comenzaron a ubicarse por encima de los valores habituales desde el viernes y se mantendrán elevadas durante varios días consecutivos. El pico de la ola de calor está previsto para la próxima semana, con máximas que podrían alcanzar los 38 grados y elevados niveles de humedad.

El fenómeno no solo tiene consecuencias inmediatas en el transporte aéreo, sino que también se inscribe en un escenario climático más amplio. Las proyecciones para el próximo verano indican una mayor frecuencia e intensidad de las olas de calor, con temperaturas que superan los promedios históricos y ponen a prueba la capacidad de respuesta de la infraestructura urbana y de transporte.

Lo ocurrido en Aeroparque funciona como una señal de alerta sobre los desafíos que plantea este nuevo contexto climático. Aeropuertos, rutas y servicios esenciales deberán adaptarse a condiciones cada vez más extremas, en un país donde el calor dejó de ser un evento aislado para convertirse en un factor determinante de la vida cotidiana.

Mientras tanto, las autoridades recomiendan a los pasajeros mantenerse informados sobre el estado de sus vuelos y prever posibles demoras en jornadas con temperaturas extremas. El calor, una vez más, mostró que no solo se siente en la calle, sino también en el funcionamiento de los principales nodos de transporte del país.


¿Te gustó la noticia? Compartíla!