En una nueva audiencia del juicio por la causa Cuadernos, varios empresarios arrepentidos contaron este martes cómo fueron presionados y amenazados para realizar pagos irregulares que les permitieran acceder a contratos de obras viales. Los relatos se dieron en el marco de la investigación conocida como “La Camarita”.
Patricio Gerbi, de COARCO, describió tensos encuentros con Claudio Uberti, exfuncionario del gobierno kirchnerista, quien lo hacía esperar horas antes de recibirlo y lo intimidaba con frases como “te voy a hacer fundir” o “voy a ir por vos y tu familia”. Estas amenazas llevaron a Gerbi y su equipo a entregar dinero varias veces al año, entre 15.000 y 25.000 dólares, en pesos argentinos.
Gerbi contó que también debía revisar cada mes los listados de pagos de Vialidad Nacional, enviados por José López, que indicaban a qué empresas se les abonaba y a cuáles no. Por su parte, el fallecido empresario José Chediack relató que en su primer encuentro con Julio De Vido le advirtieron que debía pagar para seguir trabajando, entregando dinero en efectivo en el departamento del exministro o en un baño del Ministerio de Planificación.
A partir de 2004, los pagos comenzaron a canalizarse a través de Ernesto Clarens, quien se presentó como financista del kirchnerismo y exigió entregas directas en una oficina del microcentro, intensificando las presiones si los empresarios demoraban los aportes. Eduardo Kennel, exgerente de Chediack, ratificó estos hechos, detallando la entrega de listados de certificados de obra vencidos a Clarens.
La fiscalía señaló que José López, como Secretario de Obras Públicas, tenía bajo su órbita todos los proyectos de Vialidad Nacional y actuaba como recaudador dentro de la asociación ilícita que funcionó entre 2003 y 2015. También se mencionó a Ángelo Calcaterra, primo del expresidente Mauricio Macri, quien realizó pagos a Clarens que alcanzaron los 3,5 millones de pesos en 2009 para garantizar decisiones favorables a sus contratos.
La audiencia dejó al descubierto cómo funcionaba un entramado de corrupción que combinaba pagos ilegales, amenazas y control de la obra pública durante más de una década. El juicio continuará el próximo jueves a las 9 de la mañana, con más testimonios de empresarios arrepentidos que detallarán los mecanismos de recaudación y las maniobras de los exfuncionarios involucrados.