El Senado de Mendoza aprobó este jueves la Declaración de Impacto Ambiental del proyecto PSJ Cobre Mendocino, popularmente llamado mina San Jorge, con 29 votos a favor y 6 en contra, marcando un avance significativo para la megaminería en la provincia. La iniciativa, impulsada por capitales suizos y argentinos, busca reactivar la actividad minera a gran escala después de más de una década de intentos legislativos frustrados.
Según la empresa a cargo, la explotación de cobre podría extenderse por 27 años, con una inversión estimada en 559 millones de dólares. Durante el primer año se desembolsarían 15 millones de dólares, lo que permitiría poner en marcha las primeras operaciones en la zona de Uspallata.
El proyecto generó inmediatas críticas por su impacto ambiental. Frente a los cuestionamientos, la firma detalló que utilizará un sistema de flotación mecánica, avalado por la Ley provincial 7722, que no requiere cianuro, mercurio ni ácido sulfúrico, y que funciona mediante un circuito cerrado diseñado para maximizar la eficiencia hídrica. El agua necesaria para la operación provendrá exclusivamente del Arroyo El Tigre, un cauce que nace y muere dentro de la Estancia Yalguaraz, evitando así interferir con usos agrícolas, urbanos o comunitarios.
El gobernador Alfredo Cornejo celebró la aprobación, calificándola como “un paso histórico para preparar a Mendoza para el futuro” y resaltó en sus redes sociales que el proyecto demuestra que el progreso se puede construir con responsabilidad y coherencia.
Durante la sesión legislativa también se trataron otros temas vinculados a la minería, como el Fondo de Compensación Ambiental, el régimen de Regalías Mineras y la Declaración de Impacto Ambiental del proyecto Malargüe Distrito Minero Occidental II.
Afuera del edificio, organizaciones socioambientales se movilizaron nuevamente, expresando su preocupación por la posible contaminación de la cuenca de Uspallata, que desemboca en el Río Mendoza y abastece a más de un millón y medio de personas. También alertaron sobre el riesgo de que la megaminería profundice la sequía que afecta a la provincia desde hace 15 años.
El debate en Mendoza refleja la tensión histórica entre el desarrollo económico a través de la megaminería y la protección de los recursos hídricos, en un contexto donde la escasez de agua se convierte en un tema cada vez más crítico para la población y la agricultura local.
La aprobación del proyecto marca un hito para la industria minera en la provincia, pero también promete continuar alimentando la discusión sobre los límites entre inversión, empleo y cuidado ambiental en la región.
Mendoza dio un paso histórico. Hoy ganó la coherencia, ganó la lógica y ganó la decisión de prepararnos para el mundo que viene.
— Alfredo Cornejo (@alfredocornejo) December 9, 2025
Con la aprobación de la Declaración de Impacto Ambiental de PSJ Cobre Mendocino abrimos la puerta a la producción de cobre, un mineral fundamental… pic.twitter.com/7kuEKOqimE