Con su regreso previsto para este viernes desde Estados Unidos, Javier Milei ya tiene definida una nueva ofensiva política para encarar el último tramo de la campaña electoral. El Presidente planea recorrer doce provincias clave en menos de un mes, y Salta figura entre las elegidas. El objetivo del oficialismo es claro: recrear el “clima Milei” que movilizó a sus votantes en el balotaje de 2023 y empujar a los candidatos locales de La Libertad Avanza, muchos de ellos con escasa instalación territorial.
La gira incluirá ocho provincias que renuevan senadores, como Salta, y otras cuatro con gran peso electoral. En Balcarce 50 trabajan contrarreloj para montar una logística que permita cubrir hasta tres distritos por semana. Aún sin cronograma cerrado, se estima que el acto en Salta podría darse en los primeros días de octubre, con presencia en la capital y al menos una ciudad del interior.
La apuesta del Gobierno es que Milei tome el protagonismo absoluto de la campaña. En cada provincia se pondrá al frente de los actos, con un mensaje centrado en el “cambio de modelo” y en la confrontación directa con el kirchnerismo. La “campaña del miedo” volverá a ser un recurso retórico clave para marcar la diferencia frente al peronismo, especialmente en distritos del norte donde La Libertad Avanza espera crecer.
En el caso de Salta, Milei buscará captar el voto joven y urbano, sectores donde su discurso más liberal y anti-establishment tiene mejor recepción. Pero el desafío es grande: la estructura partidaria local sigue siendo débil y la gestión nacional enfrenta crecientes críticas por el ajuste económico, especialmente en provincias con altos índices de pobreza e informalidad laboral.
Desde la Rosada reconocen que los libertarios llegarán debilitados a Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe, y por eso la estrategia se vuelca a provincias como Salta, Chaco, Santiago del Estero y Corrientes. La clave será sacar una ventaja en esos distritos que permita compensar las derrotas en otros más grandes.
Mientras tanto, Milei también mantiene su agenda internacional: disertará ante la ONU y se reunirá con Donald Trump en Nueva York. Además, buscará apoyo financiero en Estados Unidos para calmar la tensión económica local, que esta semana sumó presión con una fuerte venta de reservas del Banco Central.
El cierre de campaña está previsto para el 24 de octubre. Hasta entonces, el Presidente se lanzará de lleno a la contienda electoral, apostando a su presencia directa para traccionar votos. En ese plan, Salta será una parada obligada para reforzar su liderazgo en el norte y revalidar el respaldo que lo llevó al poder hace menos de un año.