Con la honestidad que la caracteriza, Juana Repetto volvió a poner sobre la mesa un tema que aún hoy sigue siendo tabú: el puerperio y las dificultades emocionales que muchas mujeres enfrentan tras convertirse en madres. A través de un video publicado en su cuenta de Instagram, la actriz relató la crisis que sufrió luego del nacimiento de su primer hijo, Toribio, fruto de una inseminación asistida. Su relato, crudo y sin filtros, conmovió a sus seguidores y generó una ola de empatía y apoyo.
“El puerperio, y todo lo que en aquel momento no se hablaba, no me dio miedo: me dio pánico”, confesó Juana, dejando en claro que la maternidad no siempre es tan idílica como se muestra en redes sociales. En su testimonio, explicó que se sintió sola, desbordada y sin herramientas para enfrentar una etapa que la tomó por sorpresa. “De haber sabido que podía venir el torbellino, me habría sido mucho más liviano”, agregó, subrayando la importancia de hablar abiertamente sobre estos temas.
La actriz también reflexionó sobre cómo su decisión de visibilizar estas experiencias ha sido malinterpretada por algunos sectores. “¿Será por eso que me tildan de ‘la que se queja de todo’? ¿Porque simplemente me encargo de comunicar y mostrar las cosas que no son instagrameables ni tan bonitas de la vida?”, se preguntó con ironía. Sin embargo, lejos de callarse, reafirmó su compromiso con mostrar la maternidad real, con sus luces y sombras.
Juana Repetto se convirtió en madre de Toribio a los 27 años, tras un proceso de inseminación que decidió llevar adelante en solitario. Desde entonces, ha utilizado sus redes sociales como una plataforma para compartir su experiencia como madre, sin edulcorantes ni filtros. Su relato ha sido clave para muchas mujeres que se han sentido identificadas con sus palabras y han encontrado en ella una voz que las representa.