La Fábrica Argentina de Aviones (FAdeA) atraviesa momentos difíciles. Con sede en Córdoba, abre un programa de retiros voluntarios para reducir 200 puestos. En 2024, la empresa abrió otro retiro voluntario y dejó a 230 personas afuera. El ajuste se siente muy fuerte en esta empresa.
Fue creada en 1927, por el Poder Ejecutivo como Fábrica Militar de Aviones (FMA) con la única función de fabricar aeronaves, en un contexto de industrialización creciente. Es una de las empresas del Ministerio de Defensa de la Nación, sucesora de la FMA de la Fuerza Aérea Argentina, que fue privatizada en 1995 constituyendo LMAASA (Lockheed Martin Aircraft Argentina SA), y que regresó por re-estatización en 2009 bajo la denominación FAdeA.
La decisión de recortar personal se toma en un contexto en el que FAdeA renovó el Procedimiento Preventivo de Crisis (PPC) hasta fines de febrero. Sus 670 trabajadores actuales trabajan en un esquema de solo tres días por semana y cobran el 80% de sus salarios desde junio.
A diferencia del anterior retiro, el objetivo es preservar a los técnicos operativos que sostienen la actividad productiva y apuntar más al personal administrativo y fuera de convenio.
“En ese escenario, también avanza un recorte en la estructura jerárquica ya que hoy Fadea tiene 18 gerencias, varias ya vacantes tras salidas recientes (por ejemplo, hace unos 20 días dejó su cargo Oscar Gambone, responsable de Administración y Finanzas). La idea es reducir ese número a la mitad. Tampoco es menor la cantidad de asesores (se habla de más de 15) que, en algunos casos, y según fuentes gremiales, no terminan de explicar sus funciones en la fábrica”, publicó La Voz del Interior.
Con poco presupuesto y un contrato de Embraer, FAdeA vivió un año complicado con atrasos salariales, deudas a proveedores, pero se espera que los nuevos contratos le den un poco de aire a la empresa. En el medio, se investigan supuestos pedidos de retornos a privados por el uso de un hangar de la fábrica.
La esperanza de FAdeA es que la Fuerza Aérea lanzó dos licitaciones para reactivar tareas que sólo FAdeA puede ejecutar y comprenden el mejoramiento de seis Pampa II a la versión Pampa III “Block2”, que incluyen la digitalización de las aeronaves escuelas.
Otro trabajo será la inspección mayor de dos Hércules C-130 junto a la recuperación de la capacidad operativa de los motores y los componentes, por ser el único centro autorizado por Lockheed Martin.
“Si no surge ningún tropiezo, los convenios implicarán unos 68 millones de dólares (49 millones en material y 19 en mano de obra) y un anticipo del 40% en el corto plazo. Para FAdeA, es oxígeno puro. Pero para la Fuerza Aérea, también, porque la modernización del Pampa es crucial para la formación e instrucción de los pilotos que aspiran a volar los F-16 recientemente incorporados”, señaló el periodista Federico Giammaría.
La deuda con proveedores ascendería a los 18 millones de dólares, así que los contratos ayudarían.
