La investigación judicial sobre una fastuosa mansión ubicada en Pilar sumó un dato clave que profundiza las sospechas sobre su verdadero origen: un peritaje ordenado por la Justicia determinó que el valor total del inmueble y los bienes que contiene supera los 20 millones de dólares, una cifra muy por encima de los 1,8 millones que habían declarado oficialmente sus propietarios.
La tasación fue realizada por peritos del Colegio de Martilleros y Corredores Públicos de San Isidro y quedó plasmada en un informe técnico de más de 550 páginas, que ya fue incorporado al expediente que tramita en el fuero penal económico. El resultado del relevamiento refuerza la hipótesis de que la propiedad habría sido adquirida mediante una estructura de presuntos prestanombres, ya que las personas que figuran como titulares no cuentan con ingresos compatibles con semejante patrimonio.
Según el detalle del informe, la suma total de los bienes relevados asciende a 20.815.100 dólares. La cifra incluye no solo la vivienda principal y las construcciones anexas, sino también una importante colección de vehículos de alta gama y motos de lujo que se encontraban almacenados dentro del predio.
El terreno principal, ubicado en la localidad de Villa Rosa, fue valuado en 5,6 millones de dólares. A eso se suma la casa principal, tasada en aproximadamente 2,38 millones, y una vivienda secundaria cuyo valor fue estimado en 1,23 millones. El complejo edilicio se completa con una serie de construcciones que elevan de manera significativa el monto final de la tasación.
Entre ellas figuran un edificio de acceso valuado en 134.000 dólares, un depósito que supera el millón, una caballeriza con vivienda para el cuidador estimada en 1,22 millones y un galpón destinado al resguardo de automóviles deportivos, cuyo valor fue fijado en casi 1,5 millones de dólares.
El nivel de equipamiento y servicios del predio también llamó la atención de los peritos. La pileta fue valuada en 50.000 dólares, mientras que el bar interno alcanzó los 390.000. El sector de recepción fue tasado en 350.000 dólares y el quincho, uno de los espacios más destacados de la propiedad, en cerca de 1,49 millones. A eso se suman un complejo de spa y gimnasio valuado en 1,45 millones, una cancha de paddle estimada en 30.000 dólares y un helipuerto que suma otros 85.000.
Uno de los puntos más sensibles del peritaje fue el relevamiento de los vehículos encontrados en el lugar. En total, se contabilizaron 54 autos y motos de lujo, cuyo valor conjunto fue estimado en 3.861.100 dólares. La cantidad, el estado de conservación y el tipo de unidades refuerzan el perfil de alto poder adquisitivo que exhibe la propiedad, en fuerte contraste con la situación económica declarada por sus titulares registrales.
Quienes figuran como dueños del inmueble son Luciano Pantano, ex dirigente vinculado al ámbito del fútbol, y su madre, Ana Conte, una jubilada. Ambos están bajo la lupa judicial ante la presunción de que podrían haber actuado como testaferros, ya que sus ingresos formales no guardan relación con el volumen del patrimonio detectado.
La causa busca determinar si detrás de la adquisición de la mansión y de los bienes que contiene existió una maniobra de ocultamiento de activos, con el objetivo de disimular la identidad del verdadero beneficiario. En ese marco, la tasación oficial se convirtió en una pieza central del expediente, al establecer de manera precisa la magnitud económica de la operación bajo análisis.
En los últimos días, el juez a cargo del caso intentó avanzar en las indagatorias para que los imputados explicaran cómo financiaron la compra y el mantenimiento de la propiedad. Sin embargo, Pantano y Conte se negaron a declarar, una decisión tomada a partir de una estrategia defensiva que postergó ese paso clave del proceso.
La Justicia esperaba una explicación convincente sobre el origen de los fondos utilizados para adquirir una estancia de estas características, ubicada en una de las zonas más exclusivas del conurbano bonaerense. La falta de respuestas, sumada a la diferencia abismal entre lo declarado y lo efectivamente valuado, refuerza las sospechas que motivaron la investigación.
Con el peritaje ya incorporado al expediente, el avance de la causa quedará ahora atado a nuevas medidas de prueba y a la definición de las responsabilidades penales. Mientras tanto, el caso se consolida como uno de los más resonantes en materia de presunto lavado de dinero y uso de prestanombres, con una cifra que impacta: más de 20 millones de dólares concentrados en una sola propiedad.
