El presidente Javier Milei afirmó que Argentina cumplirá con los vencimientos de deuda previstos para 2026 y llevó tranquilidad a los mercados al garantizar que el país honrará sus compromisos financieros. Según precisó, el Ministerio de Economía avanza en la instrumentación de los pagos, que incluyen un fuerte vencimiento concentrado en el inicio del año próximo.
Los compromisos totales ascienden a unos 12.600 millones de dólares, con aproximadamente 4.200 millones que deberán afrontarse en enero. En ese marco, Milei sostuvo que no existe riesgo de incumplimiento y remarcó que el esquema fiscal actual permite encarar el desafío sin sobresaltos. “Argentina va a pagar”, insistió el mandatario, al subrayar que la prioridad del Gobierno es sostener la estabilidad macroeconómica.
Las definiciones del Presidente llegaron tras la aprobación del Presupuesto 2026 en el Congreso, una herramienta clave para el programa económico del oficialismo. Desde el Ejecutivo consideran que la sanción de la ley aporta previsibilidad y ordena el horizonte financiero, al tiempo que refuerza la señal de disciplina fiscal que el Gobierno busca consolidar desde el inicio de la gestión.
La estrategia de financiamiento está en manos del ministro de Economía, Luis Caputo, quien viene planteando la necesidad de reducir la dependencia del crédito externo y avanzar hacia un modelo sustentado en recursos propios. La intención oficial es cubrir los vencimientos sin recurrir a los mercados internacionales de deuda, en línea con la decisión de evitar condicionamientos financieros y sostener la autonomía económica.
En el entorno presidencial destacan que el equilibrio fiscal alcanzado en los últimos meses es una de las principales fortalezas para afrontar los pagos futuros. La combinación de superávit financiero, control del gasto público y ordenamiento de las cuentas del Estado forma parte del núcleo del plan económico que impulsa el Gobierno nacional.
En paralelo, el Banco Central cerró la última semana con una fuerte compra de divisas, cercana a los 600 millones de dólares en una sola jornada. Este movimiento permitió que las reservas internacionales alcanzaran los 43.610 millones de dólares, el nivel más alto desde el inicio de la actual administración. Para el oficialismo, este dato refuerza la solidez del frente externo y mejora la capacidad del país para cumplir con sus obligaciones.
Milei destacó especialmente el desempeño del Banco Central y aseguró que la acumulación de reservas es un pilar central del modelo económico. Según expresó, durante su gestión se compraron alrededor de 30.000 millones de dólares, una cifra que consideró histórica y que, a su entender, marca un punto de inflexión en la relación del país con el ahorro y la moneda.
Otro de los factores que el Gobierno resalta es la baja del riesgo país y la recuperación de la demanda de dinero registrada tras las elecciones legislativas. En la lectura oficial, estos indicadores reflejan una mejora en las expectativas y una mayor confianza en la política económica, tanto a nivel local como internacional.
La aprobación de la denominada ley de Inocencia Fiscal también fue señalada como un complemento importante del Presupuesto. Desde el Ejecutivo sostienen que la norma apunta a generar un marco más claro para los contribuyentes, reducir la litigiosidad y fortalecer la recaudación sin aumentar la presión impositiva, en línea con la promesa de aliviar la carga fiscal sobre el sector productivo.
En ese contexto, el mensaje del Presidente buscó despejar dudas sobre la capacidad de pago del país y enviar una señal clara de previsibilidad. Para la Casa Rosada, cumplir con los vencimientos de deuda no solo es una obligación financiera, sino también una condición necesaria para sostener la estabilidad, consolidar el crecimiento y evitar crisis recurrentes.
El Gobierno insiste en que el orden fiscal y la acumulación de reservas permiten encarar 2026 con mayor margen de maniobra que en años anteriores. La apuesta oficial es que la continuidad del programa económico, sumada a la reducción de la inflación y al fortalecimiento del Banco Central, siente las bases de una etapa de mayor previsibilidad para la economía argentina.
Sin recurrir a anuncios grandilocuentes, el Ejecutivo busca mostrar que el cumplimiento de los compromisos externos forma parte de una estrategia más amplia de normalización económica. En ese camino, la señal política es clara: el Gobierno asegura que Argentina pagará su deuda y que lo hará bajo un esquema que prioriza la responsabilidad fiscal y la estabilidad de largo plazo.
