La Fiscalía de Rincón de Milberg rechazó la denuncia penal presentada por la jueza Julieta Makintach contra los fiscales que la investigan por su presunta participación en el documental Justicia Divina, una producción que abordaba el juicio por la muerte de Diego Maradona. La decisión representa un nuevo revés judicial para la magistrada, que permanece suspendida y enfrenta un proceso de jury de enjuiciamiento.
Makintach había acusado a los fiscales de falsedad ideológica, abuso de autoridad y de haber manipulado pruebas con el objetivo de perjudicarla. Sin embargo, tras revisar el planteo, la Fiscalía consideró que no existían elementos que justificaran abrir una investigación penal. Según la resolución, las críticas de la jueza deben tratarse en el marco del jury y no mediante una nueva causa.
El conflicto se disparó tras conocerse que la jueza habría tenido un rol central en la filmación del documental, realizado mientras aún estaba activo el juicio contra los siete profesionales de la salud imputados por la muerte del Diez. La participación de Makintach en el proyecto, realizado de manera secreta, derivó en su suspensión y en la anulación del proceso judicial, generando una fuerte controversia pública y mediática.
Desde la defensa de la magistrada sostienen que las pruebas utilizadas para iniciar el jury fueron armadas de forma deliberada y por fuera de los procedimientos legales. Por eso también solicitaron que se sortee otro departamento judicial para garantizar imparcialidad, apuntando directamente contra el accionar de los fiscales de San Isidro.
El cruce entre justicia y medios de comunicación volvió a encender el debate sobre los límites éticos en los procesos judiciales de alto perfil. Para muchos, la situación de Makintach pone en evidencia las tensiones internas del sistema y la necesidad de mayor transparencia institucional.
El jury en su contra avanza y se espera que en los próximos meses se defina su futuro como magistrada. Mientras tanto, desde su entorno no descartan nuevas presentaciones legales para intentar frenar el proceso.
Con este nuevo rechazo a su denuncia, la estrategia judicial de Makintach pierde fuerza, aunque la trama aún está lejos de cerrarse. El caso sigue sumando capítulos, y todo indica que su desenlace marcará un precedente en la relación entre el poder judicial y la exposición mediática en causas de gran repercusión.