El doble crimen en la Ruta 86 han dejado a Tartagal en un estado de consternación total.
Se trata de una arteria clave que atraviesa la ciudad y conecta diversas comunidades, hoy se ha convertido en el epicentro de esta tragedia. Los vecinos, muchos de los cuales conocían a las víctimas, exigen justicia y mayor seguridad en la zona. “Esto no es común aquí. Vivimos con miedo, no sabemos si esto volverá a pasar”, expresó una vecina de la comunidad Lapacho, cercana al lugar de los hechos.
La brutalidad de los asesinatos, sumada a la aparente premeditación y violencia desplegada, ha generado especulaciones sobre los móviles. Algunos medios locales sugieren que los crímenes podrían estar relacionados con un ajuste de cuentas, aunque las autoridades no han confirmado esta teoría. “La investigación está bajo estricto hermetismo. Estamos recolectando pruebas para esclarecer los hechos”, aseguró una fuente policial
En las últimas horas trascendió que se trata de Fernando Gómez, un hombre de 49 años oriundo de General Mosconi y de Gustavo Lira, un joven de 35 años oriundo de Salvador Mazza.
La investigación
La Policía de Salta, en conjunto con la Fiscalía de Tartagal, trabaja intensamente para reconstruir la secuencia de los hechos. Una de las principales líneas de investigación apunta a que ambos homicidios podrían estar vinculados a un mismo agresor, quien habría escapado en la motocicleta robada tras cometer el primer crimen. Un testimonio clave refuerza esta hipótesis: un vecino relató a VideoTar cómo fue amenazado por un hombre armado que le exigió las llaves de su moto bajo la amenaza de muerte. “Me dijo ‘dame las llaves o te mato’. Estaba fuera de sí, no tuve opción”, confesó.
La descripción del sospechoso, descrito como joven y en un estado de “excitación” o “desesperación”, coincide con los relatos de otros testigos que lo vieron huir del lugar del primer crimen. Sin embargo, hasta el cierre de esta nota, el presunto homicida permanece prófugo, y las autoridades no han confirmado su identidad ni han revelado avances significativos en la captura.
La imagen del Fiat blanco abandonado, el cuerpo ensangrentado de Fernando Gómez y el hallazgo de Gustavo Lira a pocos kilómetros han quedado grabados en la memoria colectiva de los tartagalenses.Mientras la investigación avanza, las preguntas se acumulan: ¿Quién es el responsable de estos crímenes? ¿Qué motivó esta ola de violencia? ¿Es Tartagal un lugar seguro? Lo cierto es que la comunidad espera respuestas, y la presión sobre las autoridades crece con cada hora que pasa sin detenciones.
