Este domingo, durante un partido de fútbol en Rosario de la Frontera, seguidores del equipo local desencadenaron un grave incidente al lanzar fuegos artificiales en la cancha. El rápido accionar de los Bomberos Voluntarios fue esencial para evitar una catástrofe, ya que el incendio se propagó rápidamente hacia zonas cercanas. A pesar del viento intenso, las llamas fueron controladas antes de alcanzar las oficinas de Edesa y parte del predio de la Universidad Nacional de Salta (UNSa). La ciudad se sumió en humo debido a la sequedad del ambiente y a la falta de control sobre la pirotecnia.
El oficial inspector de Bomberos Voluntarios, Luis Museda, explicó a la prensa que los fuegos artificiales provocaron un incendio en la zona adyacente a la cancha, donde pastizales ardieron velozmente impulsados por el viento del este.
El humo resultante se extendió por la ciudad, especialmente en la zona céntrica, donde se celebraba el Día del Niño. Este incidente puso de manifiesto la irresponsabilidad de arrojar pirotecnia en condiciones de sequía, así como la falta de supervisión de las autoridades de seguridad en el control de los aficionados.
A pesar de la preocupación generada por la densa nube de humo que cubrió la ciudad, el mayor riesgo residía en las instalaciones de Edesa, donde vehículos y vegetación estuvieron amenazados. La labor conjunta de bomberos con unidades pesadas, como una autobomba y una unidad de abastecimiento, permitió salvar las oficinas y los vehículos en el predio de Edesa y de la UNSa, así como parte de los vehículos en el estacionamiento de la cancha.
Cabe mencionar que la pirotecnia utilizada estaba prohibida según una ordenanza municipal, lo que añade a las posibles consecuencias legales para los responsables del incidente.