La tranquilidad habitual de barrio Norte Grande volvió a verse alterada por un hecho violento que terminó con la vida de un hombre de 34 años y que mantiene a un vecino de la zona bajo detención preventiva. La Fiscalía Penal 1 de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas imputó formalmente al acusado, de 35 años, como presunto responsable del delito de homicidio simple luego de una discusión que escaló hasta convertirse en un crimen ocurrido en la tarde del 23 de noviembre sobre la intersección de las calles Chazarreta y Fortín San José de Pocoy.
El caso, que tomó relevancia en la ciudad de Salta, se inscribe dentro de las investigaciones por hechos de violencia que vienen registrándose en distintos barrios del norte capitalino y que mantienen en alerta a los vecinos. Según reconstruyó la fiscalía, la víctima y el imputado se conocían y estaban juntos al momento en que comenzó la discusión. Lo que en un principio parecía un intercambio verbal fuerte terminó transformándose en una pelea en la vía pública que movilizó a varias personas que estaban cerca.
De acuerdo con los primeros informes de la pesquisa, mientras se desarrollaba la gresca el acusado habría utilizado un elemento corto punzante para herir a la víctima. Esa agresión provocó una lesión severa que, pese al intento de la víctima por caminar algunos metros para buscar ayuda, derivó en su colapso a unas tres cuadras del lugar del ataque. Alertados por vecinos, profesionales del SAMEC acudieron al sitio y trasladaron de urgencia al hombre al Hospital San Bernardo, pero las heridas resultaron mortales. Según el informe de defunción, falleció por un shock hipovolémico provocado por la herida de arma blanca.
La noticia generó conmoción en la zona, donde los residentes no tardaron en expresar su preocupación por la falta de patrullajes constantes. Norte Grande, al igual que otros barrios de la ciudad de Salta, ha sido escenario en los últimos meses de distintos incidentes que obligaron a reforzar operativos policiales, aunque muchos vecinos sostienen que la presencia de las fuerzas de seguridad sigue siendo insuficiente en horarios nocturnos o durante los fines de semana.
La investigación, llevada adelante por personal de la U.G.A.P., incluyó entrevistas con testigos que presenciaron parcial o totalmente la secuencia de los hechos. También se tomaron declaraciones a familiares tanto de la víctima como del supuesto agresor, lo que permitió a los investigadores reconstruir minutos clave previos y posteriores a la agresión. Además, se revisaron cámaras de seguridad del barrio y se realizaron recorridos por la zona para recabar más datos que pudieran aportar claridad sobre la mecánica del hecho.
Un detalle que llamó la atención de los investigadores fue que, tras el ataque y mientras se iniciaba la búsqueda de sospechosos, el imputado decidió presentarse por cuenta propia en la Comisaría Segunda de Santa Cecilia. Llegó al destacamento sin resistencia, lo que facilitó su demora y posterior traslado. Allí se le realizaron los exámenes médicos correspondientes y se le tomaron muestras para análisis toxicológicos, un procedimiento habitual en los casos de homicidio donde pueden intervenir sustancias que alteren la conducta o el juicio de los involucrados.
Esta presentación espontánea no modificó la postura de la Fiscalía, que igualmente solicitó al Juzgado de Garantías que se mantenga la detención del acusado para garantizar que el proceso continúe sin entorpecimientos. Desde la perspectiva del Ministerio Público, el cúmulo de pruebas recabadas hasta el momento es contundente para sostener la imputación inicial y avanzar en la siguiente etapa de la instrucción.
Lo ocurrido también reactivó el debate sobre la necesidad de reforzar los programas comunitarios de prevención de violencia y consumo problemático, temas que en distintos barrios de Salta se mencionan reiteradamente. Si bien aún no se determinó si el conflicto que terminó con la muerte del hombre de 34 años estuvo motivado por problemas previos, discusiones personales o algún otro factor, vecinos de la zona aseguran que la convivencia entre grupos del barrio se ha vuelto más tensa en los últimos meses, lo que aumenta la preocupación y la demanda de acompañamiento estatal.
Por otra parte, personal policial realizó en los días posteriores al crimen nuevos relevamientos y entrevistas para sumar elementos a la causa. Entre ellos, se analizaron movimientos previos captados por cámaras privadas y se reforzó el patrullaje preventivo en el cuadrante comprendido entre las avenidas cercanas a Chazarreta y Fortín San José de Pocoy, sectores donde suelen registrarse disputas entre jóvenes y adultos durante la noche.
Aunque la Fiscalía todavía no brindó detalles sobre los motivos que desencadenaron la agresión, sí confirmó que los testimonios coinciden en que la discusión escaló rápidamente y que la víctima no habría logrado defenderse eficazmente del ataque. Esa secuencia, sumada al grado de la lesión que recibió, fue determinante para que los investigadores consideraran la calificación de homicidio simple.
El hecho fue particularmente impactante para quienes viven en las inmediaciones, ya que sucedió en un horario de tránsito habitual, cuando muchas familias se encontraban en la vereda o volviendo a sus casas. De ahí que varios vecinos manifestaran su temor ante la posibilidad de que episodios similares se repitan y exigieron a las autoridades municipales y provinciales mayor intervención en materia de seguridad pública.
En este contexto, el caso vuelve a poner de relieve la importancia de fortalecer la presencia policial y los mecanismos de alerta temprana en barrios periféricos de la ciudad de Salta, donde la distancia respecto al centro urbano suele traducirse en respuestas más lentas ante situaciones de emergencia. También reabre el debate sobre el impacto que tienen las disputas personales, muchas veces impulsadas por problemas de convivencia o conflictos previos, que terminan derivando en hechos violentos de consecuencias irreversibles.
Mientras tanto, el acusado continuará detenido hasta que el Juzgado de Garantías resuelva su situación procesal en base al pedido de la Fiscalía. Se espera que en los próximos días se incorporen nuevos elementos a la investigación para definir si la imputación se sostiene tal como fue planteada o si se introducen modificaciones.
El crimen de Norte Grande se suma a un conjunto de casos que, en los últimos meses, han encendido alertas en la ciudad de Salta sobre la escalada de violencia interpersonal en espacios públicos, especialmente en aquellos sectores donde los vínculos comunitarios están más fragmentados o existen antecedentes de conflictos reiterados. Las autoridades aseguraron que trabajan para esclarecer completamente el hecho y brindar respuestas concretas a la comunidad que, una vez más, quedó conmocionada por un episodio de extrema gravedad.