Cerca de las 14.30 del miércoles pasado una camioneta Toyota color negro, con la parte de atrás abollada y vidrios polarizados, y otras dos de color blanco circulaban por la ruta 51, a la altura del paraje Ingeniero Maury. El vehículo negro evadió un control de Gendarmería, los otros dos también siguieron su marcha a gran velocidad. Según testigos, llamó la atención que tras pasar el control aceleraron la marcha. Hace unos meses la Toyota había sido perseguida por los policías.
Con el objetivo de interceptar la camioneta en fuga, el puesto de Gendarmería informó a San Antonio de los Cobres para pedir colaboración de la policía en Campo Quijano. Sin embargo, no se dio aviso de las otras dos camionetas blancas. En Quijano, a las 15, tres efectivos a bordo del móvil policial 2048 observaron el desplazamiento a gran velocidad de la Toyota que se había dado a la fuga.
Media horas después el patrullero logró interceptar a la camioneta en la zona de Villa María, a unos 5 kilómetros del Portal de los Andes. El chofer se bajó y huyó por el campo y ante la mirada de varios trabajadores observaron cómo un policía lo perseguía. Luego se escucharon dos disparos. Al rato llegó una patrulla de Gendarmería. Tras la requisa del rodado descubrieron 800 kilos de hojas de coca y equipos de radio, similares a los usados por las fuerzas de seguridad.
Mientras la Policía de Salta intentaba rastrear al evadido, los gendarmes se hicieron cargo de la pesquisa. Nadie busca a las dos camionetas blancas. Para los funcionarios nacionales fue solo casualidad que hayan pasado antes de la camioneta negra Toyota. Luego de algunos trámites en el lugar, y frente a la sorpresa de los policías salteños, decidieron que Gendarmería traslade la camioneta y los cientos de kilos de hojas de coca al puesto de Maury a unos 40 kilómetros del lugar del secuestro, cuando apenas a 20 minutos estaba la base central de Gendarmería en Salta capital.
Hace unos meses
La camioneta Toyota tenía cédulas del automotor de por lo menos diez propietarios distintos. Meses atrás, por la noche, había evadido el control de la Policía Vial en Río Blanco. Escapó por la misma zona rural y no pudo ser alcanzada por la patrulla policial.
Para la policía, la ruta nacional 51 es utilizada para el contrabando de hojas de coca y también para el traslado de drogas. Los diferentes operativos realizados en estos años sobre la ruta 51 entre Salta capital, Quijano y la Quebrada del Toro posibilitaron el secuestro de droga de máxima pureza, en algunos casos, y en otros con numerosos detenidos.
"Este caso de persecución y secuestro de hojas de coca refleja que el contrabando puede disimularse con otras sustancias y que en varias oportunidades una evasión a gran velocidad es simplemente una escena montada para poder pasar otro tipo de sustancias ilegales", explicó un exgendarme a El Tribuno.
Otro funcionario, de la Policía, admitió: "Si hubo disparos o no, su trascendencia preocupa a la sociedad que apenas a minutos de Salta capital y en las localidades del interior cercanas a la ruta 51 ocurran estos hechos de inseguridad, relacionados con el narcotráfico". Desde esa fuerza negaron haber realizado detonaciones en la huida del presunto narco en la persecución efectuada en Campo Quijano.
El jefe de Relaciones Institucionales de la Policía, comisario Miguel Velárdez, brindó información sobre la persecución en Campo Quijano, protagonizada por un presunto narcotraficante que logró evadir los controles de Gendarmería en la ruta 51.
En este sentido, el encargado de la Oficina de Prensa de la fuerza policial desestimó de manera categórica que se haya producido un intercambio de disparos por parte de las fuerzas policiales y el delincuente que se dio a la fuga. Confirmó que la camioneta quedó a disposición de la Gendarmería Nacional y que la investigación ahora quedará a manos de la Justicia Federal.
