Un operativo de control por la venta ilegal de pirotecnia en el centro de la ciudad de Salta terminó con un grave episodio de violencia que ahora tiene derivaciones judiciales. La Fiscalía solicitó la prisión preventiva de un hombre de 30 años acusado de haber amenazado con un arma blanca y agredido físicamente a inspectores municipales que cumplían tareas de despeje en la vía pública, en la previa de las celebraciones de fin de año.
El pedido fue realizado por el fiscal penal 5, Federico Jovanovics, quien imputó de manera provisional al acusado por los delitos de lesiones leves, amenazas con arma y amenazas reiteradas, todo en concurso real. La solicitud de la medida más gravosa se fundamenta, entre otros puntos, en los antecedentes condenatorios que registra el imputado y en la reiteración de conductas violentas en un corto período de tiempo.
El hecho principal ocurrió durante la mañana del 24 de diciembre, cuando personal municipal llevaba adelante un operativo de control de venta de pirotecnia en la zona céntrica de la capital salteña. Dos inspectores, una mujer y un hombre, se encontraban realizando tareas de despeje en inmediaciones de la intersección de las calles Pellegrini y Mendoza, un sector de alto tránsito peatonal y vehicular.
En ese contexto, los inspectores detectaron a un individuo que ofrecía pirotecnia de manera ilegal, tanto de forma directa en sus manos como desde el interior de una mochila. Al tratarse de una actividad prohibida, el personal procedió a intentar el secuestro de la mercadería, tal como lo establece la normativa vigente en la ciudad de Salta y en la provincia, especialmente reforzada durante las fechas festivas.
Lejos de acatar la orden, el vendedor reaccionó de manera violenta. Según consta en la denuncia, comenzó a alterarse, opuso resistencia al procedimiento y profirió amenazas contra ambos inspectores. La situación rápidamente escaló y derivó en un forcejeo en plena vía pública, ante la mirada de transeúntes y comerciantes de la zona.
El operativo se realizaba con presencia policial, pero aun así el acusado habría sacado un cuchillo de entre sus prendas y lo exhibió de forma intimidante. Incluso, de acuerdo a las actuaciones, intentó herir a uno de los inspectores municipales. Si bien fue desarmado, el episodio no terminó allí.
Durante el forcejeo, el inspector masculino resultó lesionado tras recibir golpes de puño en el abdomen y en la cabeza. Las agresiones físicas se sumaron a las amenazas verbales, configurando un escenario de extrema violencia para un procedimiento que tenía como único objetivo hacer cumplir la ley y garantizar la seguridad pública.
Tras ser reducido momentáneamente y desarmado, el acusado logró darse a la fuga, aunque continuó profiriendo amenazas contra el personal municipal mientras se alejaba del lugar. La situación generó conmoción entre quienes se encontraban en el centro de la ciudad en ese momento, en una jornada marcada por la gran afluencia de personas por las compras navideñas.
Minutos después del violento episodio, la tensión volvió a escalar. El director de la Subsecretaría de Espacios Públicos denunció que el mismo individuo se presentó en las oficinas del organismo municipal. Allí, en un estado de exaltación, exigió a los gritos la devolución de la mercadería secuestrada y volvió a amenazar al personal que se encontraba trabajando en el lugar.
Ante esta nueva situación de violencia, el hombre fue desalojado de las oficinas. Poco después, y con intervención policial, finalmente fue demorado, lo que permitió avanzar con las actuaciones judiciales correspondientes.
A este grave hecho se sumó un antecedente inmediato que también quedó incorporado a la causa. El inspector municipal que resultó lesionado declaró que el día anterior, durante otro operativo de despeje en la vía pública, ya había tenido un inconveniente con el mismo sujeto. En esa oportunidad, el hombre se encontraba consumiendo bebidas alcohólicas en la calle y le habría dirigido insultos y amenazas, lo que evidencia una conducta reiterada de hostigamiento hacia el personal municipal.
Durante la audiencia de imputación, el acusado dio su versión de los hechos ante la Justicia. No obstante, el fiscal Jovanovics consideró que los elementos reunidos hasta el momento, la gravedad de lo ocurrido, la reiteración de amenazas y los antecedentes penales del imputado justifican la solicitud de prisión preventiva.
El pedido fue elevado al Juzgado de Garantías en turno, que deberá resolver si hace lugar a la medida solicitada por la Fiscalía. Desde el Ministerio Público Fiscal remarcaron que este tipo de conductas no solo ponen en riesgo la integridad física de los trabajadores municipales, sino también la de la comunidad en general, especialmente cuando ocurren en espacios públicos y en contextos de alta circulación de personas.
La venta ilegal de pirotecnia es una de las principales preocupaciones de las autoridades en Salta durante las fiestas, no solo por el incumplimiento de las normas comerciales, sino también por los riesgos que implica para la salud y la seguridad, en particular para niños, personas mayores y animales.
En ese marco, los operativos de control se intensifican cada fin de año, con la participación de personal municipal y fuerzas de seguridad. Desde el municipio destacaron que los inspectores cumplen una función clave y que los hechos de violencia como el ocurrido no serán tolerados.
