A raíz de la última encuesta nacional de DC Consultores, que tenía una mirada general sobre la provincia de Buenos Aires y la candidatura anunciada por Cristina Fernández de Kirchner en la Tercera sección electoral, surgió un dato muy interesante para reflexionar.
De la pregunta ¿quién puede ganarle a Cristina Fernández de Kirchner en la Tercera sección? más del 42% de las personas encuestadas respondió “Cualquiera”.
Pero, ¿quién es cualquiera? ¿qué nos quieren decir los entrevistados? ¿qué están esperando? ¿hacia dónde van? Esas y muchas más preguntas retumban en mi cabeza.
Mi primera reflexión, demasiado rápida y hasta simplista, es que a nadie le importa la elección bonaerense, como tantas otras en los últimos tiempos. De hecho, se ve reflejado en la baja participación de los comicios de la Ciudad de Buenos Aires (53%) y de Misiones (55%). Es decir, si Cristina Kirchner gana o pierde a nadie le importa, o pareciera importar.
Entonces, ¿importa si gana La Libertad Avanza? tampoco, sino el más votado no sería el Señor Cualquiera.
En una segunda reflexión, un poco más profunda, me hace analizar lo que muchos colegas llaman “la nueva comunicación”, a cargo de trolls, que se difunden por las redes sociales. Decir que las campañas tradicionales han muerto y todo lo conocido esta patas arriba también sería simplista, pero coincido en que reina el caos, el lío, la incertidumbre.
Entonces, Cualquiera reafirma el lio en que nos ha sumergido la opinión pública. Para clarificar un poco mis pensamientos, me viene a la cabeza la frase de Batman que dice “Todos los políticos hablan de las tinieblas... y la opinión publica los corrige…yo soy las tinieblas”.
La tiniebla produce al Señor Cualquiera, que es la claridad para la opinión pública, pero oscuridad para la política. Por Cualquiera surge del descontento con el orden establecido…con la política en general.
La búsqueda de lo distinto vino para quedarse, porque lo ideológico, lo partidario, lo fanático ha muerto. Lo viejo ha terminado de morir (mucho antes que Cristina anunciará su candidatura) y eso está más que claro.
Pero lo nuevo no termina de nacer, la búsqueda no cesa, las respuestas no son completas y hasta son un poco abstractas. Milei encaja, eso es verdad: fue el Cualquiera en 2023, pero ya está ubicado en el Sillón de Rivadavia. La opinión pública lo mira, lo estudia, le toma examen todos los días. Pero después de él no hay nada y lo vemos en los candidatos libertarios que apenas llegan a los 20 o 30 puntos de imagen positiva.
La búsqueda del cualquiera sigue constante en cada rincón del país. Por lo cual, lo único que puedo afirmar que ese Cualquiera no responde al pasado, pero no sabemos qué prefiere para el futuro porque la opinión pública ha matado la vieja política y sus vicios, ha matado la comunicación política y sus mecanismos (actos, plataformas, panfletos).
Solo nos queda pensar en que los contextos mandan, los escenarios se transformar. Hoy cualquiera es el líder, por lo tanto si quieren tener éxito no duden en llamarlo.