La política argentina comienza a moverse a ritmo intenso en la previa del recambio legislativo y del inicio de la discusión del Presupuesto 2026. En este escenario, los gobernadores buscan posicionarse como actores clave para definir la balanza de poder en el Congreso, con un ojo puesto en Salta y el norte del país.
Por un lado, el bloque Provincias Unidas empezó a tomar forma. Este espacio, resultado de acuerdos entre gobernadores de Córdoba, Santa Fe, Chubut, Jujuy y Santa Cruz, intentará consolidarse como la tercera minoría legislativa. La primera reunión formal de trabajo buscó delinear objetivos y métodos de coordinación, aunque surgieron tensiones internas por la elección de la presidencia de la bancada. La propuesta de designar a Gisela Scaglia, vicegobernadora y referente del PRO santafesino, generó resistencia de algunos referentes nacionales que aspiraban a liderar el bloque.
A pesar de estas diferencias, los integrantes de Provincias Unidas confían en ampliar su espacio. Con 16 diputados confirmados hasta el momento y la posibilidad de sumar hasta 23, este bloque podría superar al PRO y quedar en la tercera posición detrás de La Libertad Avanza y Fuerza Patria, consolidándose como árbitro en varias negociaciones clave del Congreso.
Entre los nombres que conforman el bloque, se destacan figuras de distintas provincias: Juan Brügge, Carlos Gutiérrez y Alejandra Torres por Córdoba; Pablo Farías y Gisela Scaglia por Santa Fe; María Inés Zigarán por Jujuy; Jorge Ávila por Chubut; José Luis Garrido por Santa Cruz; y representantes de Corrientes y de Buenos Aires vinculados a Martín Lousteau y Facundo Manes. La diversidad territorial y política del bloque apunta a fortalecer su capacidad de negociación frente a la Casa Rosada.
En paralelo, otro grupo de gobernadores del norte avanza en la creación de un interbloque que también aspire a ser determinante en la escena legislativa. Gustavo Sáenz, gobernador de Salta, se reunió junto a sus pares Raúl Jalil (Catamarca) y Osvaldo Jaldo (Tucumán) para comenzar a delinear esta nueva estructura. Aunque inicialmente se esperaba la participación de Hugo Passalacqua (Misiones) y Gerardo Zamora (Santiago del Estero), finalmente no pudieron asistir, mientras que Rolo Figueroa (Neuquén) pasó a saludar sin comprometer a su diputado.
El interbloque del norte argentino podría sumar hasta 14 representantes en una primera etapa, con la posibilidad de incorporar a ex integrantes de bloques menores para alcanzar los 20 diputados. Si logra consolidarse, competiría directamente con Provincias Unidas por la tercera minoría, manteniendo un perfil dialoguista y centrado en la defensa de los intereses provinciales frente al Ejecutivo nacional.
La presencia de Gustavo Sáenz en estas negociaciones refleja la intención de Salta de jugar un rol estratégico en la política nacional. En el cierre de la reunión, el gobernador se trasladó a la Casa Rosada para reunirse con el jefe de Gabinete y el ministro del Interior, avanzando en gestiones específicas para Catamarca y reafirmando su perfil de intermediario entre provincias y Nación.
La pugna por la tercera minoría en el Congreso adquiere, de este modo, un marcado carácter federal. Tanto Provincias Unidas como el interbloque del norte buscan consolidar su influencia, asegurando que las provincias tengan voz y voto en las decisiones legislativas de peso. Este escenario no solo impacta en la dinámica interna de la Cámara baja, sino también en la capacidad del oficialismo de avanzar con su agenda, en particular con la aprobación del Presupuesto 2026 y otras iniciativas estratégicas.
Para Salta, la disputa tiene un valor adicional: la provincia no solo aporta diputados a la negociación, sino que también se coloca como un puente entre distintos bloques, capaz de mediar y sumar consensos. La coordinación entre Gustavo Sáenz, Raúl Jalil y Osvaldo Jaldo muestra la intención de los mandatarios del norte de consolidar un espacio sólido y reconocible, que represente intereses regionales frente a la centralidad de Buenos Aires.
