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SALTA

Gustavo Sáenz confirmó cambios en el gabinete

El gobernador anunció que achicará el Estado “para hacerlo más eficiente” apenas juren los nuevos legisladores.

Gustavo Sáenz confirmó cambios en el gabinete

En Casa de Gobierno ya se siente el olor a cambio. Gustavo Sáenz, confirmó la novedad: “A fin de año, cuando entren los legisladores nuevos, vamos a reorganizar ministerios y reducir secretarías”.

 

El objetivo es uno solo: achicar para correr más rápido. “El Estado tiene que ser eficiente, no un elefante blanco”, explicó el mandatario en una rueda de prensa que duró menos que un mate lavado. Y aclaró algo que nadie esperaba: no es bronca contra su equipo. “Soy agradecido. Me tocó gobernar los peores años de la historia de Salta: pandemia, sequía, desnutrición, crisis económica y ahora pandemia económica nacional”.  

Para que quede claro, Sáenz sacó pecho con datos duros: según el último informe de Chaco Politicón –el termómetro que mide las cuentas provinciales–, Salta está en el top 5 de las provincias con menor gasto público per cápita. “Menos gasto, más obra”, resumió, mientras enumeraba rutas, escuelas y hospitales que se terminan con plata propia.  

El norte, siempre el norte

Si hay una frase que repite como mantra es “la Nación nos debe infraestructura”. Y no habla sólo del gobierno de Javier Milei. “Todos miraron para otro lado”, disparó. Pero también contó que el Presidente, en una reunión cara a cara, le reconoció al norte argentino un potencial brutal: litio en la Puna, cobre en la precordillera, oro en los cerros, alimentos en los valles y energía renovable que el mundo pide a gritos.  

“Para ser competitivos necesitamos rutas, trenes, gasoductos y puertos secos. Si no, nos quedamos mirando cómo se llevan todo en camión”, advirtió. Y ahí entró el plan Güemes: 500 gendarmes de vuelta, Prefectura Naval patrullando el Bermejo por primera vez y drones que ya vigilan la frontera. “La droga no pregunta DNI. Golpea igual en Orán que en General Güemes”, graficó.  

¿Tercer mandato?

Sáenz sonrió de costado, como quien escucha llover. “¿Usted cree que se puede hacer futurología en este país? Hace dos años nadie imaginaba lo que vivimos hoy”. Y remató: “Yo no heredé nada. Conquisté con trabajo y con la bendición de los salteños”.  

Para los que todavía dudan, contó otra vez la historia: “Nadie vino a levantarme la mano. Ni en 2015, ni en 2019, ni ahora”. Desde el barrio, pasando por la Municipalidad y ahora en la Gobernación, Sáenz se define como “el tipo que labura 18 horas y duerme en el escritorio si hace falta”.  

Lo que viene

Fuentes de Casa de Gobierno aseguran que la tijera caerá sobre secretarías duplicadas y áreas que “se pisan los cables”. Los nombres de los nuevos ministros se guardan bajo siete llaves, pero ya circulan apuestas: más técnicos, menos políticos de paladar negro. 

Mientras tanto, la obra no para. Esta semana se habilitó el tramo final de la ruta 51 que une el Valle de Lerma con la Puna y se licitó el acueducto del río Juramento que llevará agua potable a 40.000 familias de Rosario de la Frontera. “Con crisis o sin crisis, Salta sigue adelante”, cerró Sáenz antes de subirse al helicóptero que lo llevó a Tartagal a inaugurar una escuela.  

 

 


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