El Gobierno de la Provincia de Salta oficializó el asueto administrativo para el martes 31 de diciembre, una decisión que regirá en todo el ámbito de la Administración Pública Provincial y que busca facilitar los encuentros familiares en la antesala de las celebraciones de Año Nuevo. La medida quedó establecida mediante el decreto N° 899, firmado por el gobernador Gustavo Sáenz.
El asueto alcanza a todos los organismos dependientes del Poder Ejecutivo provincial, aunque no implica una paralización total de las actividades del Estado. Según lo dispuesto, cada área deberá organizar guardias mínimas para asegurar la continuidad de los servicios considerados esenciales, garantizando así la atención ante eventuales emergencias o situaciones que lo requieran.
La decisión se enmarca en una práctica habitual durante las fiestas de fin de año, un período tradicionalmente destinado al descanso, la reunión familiar y los traslados dentro y fuera de la provincia. En ese contexto, el Gobierno provincial destacó la importancia de acompañar a los trabajadores estatales, muchos de los cuales deben viajar largas distancias para pasar las fiestas con sus familias.
En una provincia extensa como Salta, donde los vínculos familiares suelen estar distribuidos entre distintos departamentos, localidades del interior e incluso otras provincias del país, el asueto del 31 de diciembre permite una mejor organización de los viajes y reduce las complicaciones logísticas propias de estas fechas.
Desde el punto de vista administrativo, la jornada será no laborable para la mayoría de las dependencias provinciales, por lo que no habrá atención al público en ministerios, secretarías y oficinas estatales. Los trámites y gestiones deberán reprogramarse, teniendo en cuenta además que el 1° de enero es feriado nacional por la celebración del Año Nuevo.
No obstante, áreas clave como salud, seguridad, asistencia social y servicios de emergencia mantendrán actividad a través de esquemas de guardia. Cada organismo tendrá la responsabilidad de definir el personal afectado y los recursos necesarios para asegurar una prestación mínima, especialmente en el interior provincial, donde la presencia del Estado cumple un rol fundamental en la vida cotidiana.
El decreto también instruye a las distintas dependencias a adoptar todas las medidas necesarias para garantizar el normal funcionamiento de los servicios esenciales. Esto incluye no solo la asignación de personal, sino también la organización operativa para responder ante cualquier eventualidad durante la jornada.
El asueto administrativo impacta principalmente en el sector público provincial, aunque también influye en la dinámica general de la provincia. En Salta capital y en las principales ciudades del interior, el 31 de diciembre suele combinar una menor actividad administrativa con un fuerte movimiento comercial, turístico y de transporte, propio del cierre del año.
Para los trabajadores estatales, la medida representa una oportunidad para cerrar el año con mayor tranquilidad, dedicar tiempo a la familia y participar de las celebraciones sin las presiones habituales de la rutina laboral. En muchos casos, también es leída como un gesto de reconocimiento al esfuerzo realizado a lo largo del año en distintas áreas del Estado.
Desde el Gobierno provincial recomendaron a la población anticipar trámites y consultas, teniendo en cuenta el asueto y el feriado posterior, para evitar inconvenientes. La planificación previa resulta clave en un contexto donde los días hábiles se reducen y la demanda de servicios suele concentrarse en las jornadas previas.
Con el asueto del 31 de diciembre ya confirmado, Salta se encamina al cierre del año con una jornada marcada por el descanso administrativo, la organización de guardias esenciales y el clima festivo característico de estas fechas. Un cierre que combina pausa, reencuentros y expectativas de cara al nuevo año que comienza.
