A horas de una jornada electoral decisiva, el presidente Javier Milei define los próximos pasos de su gestión desde la Quinta de Olivos, donde mantiene reuniones con su círculo más cercano. El mandatario evalúa dos posibles caminos para la reconfiguración del Gabinete nacional y prepara un mensaje destinado a llevar tranquilidad a los mercados financieros de cara al lunes posterior a las elecciones.
Según trascendió, Milei considera dos alternativas principales: mantener a Guillermo Francos como jefe de Gabinete o reemplazarlo por Santiago Caputo, uno de sus asesores más influyentes. La decisión final se tomará recién una vez que se conozcan los resultados de las elecciones legislativas de este domingo, un punto de inflexión para el rumbo político y económico del Gobierno.
En el entorno presidencial explican que el jefe de Estado se muestra “tranquilo” y confiado en el desempeño de Fuerza Patria, el frente oficialista que aspira a consolidar su poder legislativo para avanzar con las reformas estructurales pendientes. “La definición se va a tomar después del resultado, porque todo dependerá del respaldo político que obtenga Milei en las urnas”, comentan fuentes cercanas a la Rosada.
Una de las opciones que baraja el Presidente es mantener a Francos y abrir espacios dentro del Gabinete para dirigentes aliados del PRO y de la UCR, en un intento de ampliar la base de sustentación política. Esto implicaría la posibilidad de incorporar referentes cercanos a Mauricio Macri y al gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, en áreas clave del Ejecutivo.
La segunda alternativa, en cambio, apunta a una mayor autonomía libertaria: designar a Santiago Caputo como jefe de Gabinete y evitar la cesión de ministerios a otros espacios, aunque sí permitir la coordinación con mandatarios provinciales —tanto de Provincias Unidas como de fuerzas independientes— en la designación de cargos vinculados a sectores productivos estratégicos como Energía, Minería, Agricultura y Obras Públicas.
Mientras tanto, el Gobierno prepara el operativo de difusión de resultados, que se realizará en dos etapas. Primero se publicará un conteo segmentado por provincias a través de la Dirección Nacional Electoral (DINE) y, minutos después, un consolidado nacional. En la Casa Rosada admiten que podrían realizar ajustes sobre la metodología a último momento, dependiendo de la dinámica del escrutinio.
Desde el oficialismo también anticipan una posible disputa por la interpretación de los resultados, especialmente en lo que respecta al conteo de votos de espacios que no integran formalmente el frente Fuerza Patria. No descartan que el debate se traslade a la Justicia si surgen diferencias en la carga de datos o en la categorización de alianzas provinciales.
En paralelo, Milei trabaja en los borradores del discurso que pronunciará una vez conocidos los resultados. Más allá del tono que adopte según el desempeño electoral, ya se definió que el mensaje incluirá un llamado al consenso con Provincias Unidas y los aliados parlamentarios para avanzar en el tratamiento de las reformas laboral y previsional, dos de los proyectos que el Gobierno considera esenciales para consolidar el rumbo económico.
El equipo económico, por su parte, sigue de cerca las reacciones de los mercados financieros. Milei pretende ofrecer un mensaje que transmita estabilidad y continuidad, con el objetivo de evitar movimientos bruscos en el tipo de cambio o en los bonos soberanos durante la apertura del lunes. En este sentido, se espera que el Presidente haga hincapié en la “previsibilidad macroeconómica” y en la necesidad de mantener las reglas claras para el sector privado.
La previa electoral encuentra al Gobierno en un delicado equilibrio entre la política y la economía. Con las urnas como termómetro, Milei busca asegurar su capital político para encarar una nueva etapa de gestión que, según anticipan en Olivos, podría incluir ajustes internos y definiciones clave en la conducción del Gabinete.
Por ahora, en su entorno más íntimo aseguran que el Presidente mantiene la calma y repite una misma consigna: “El rumbo no cambia, se refuerza”. Todo dependerá de lo que digan las urnas este domingo, y del modo en que Milei logre transformar el resultado en una señal de estabilidad para los mercados y confianza hacia el interior de su Gobierno.