La detención de Nicolás Payarola, un abogado que durante años se movió con soltura en el mundo del espectáculo y del deporte, sumó un nuevo capítulo a una causa que ya venía generando tensión en el ámbito judicial. El operativo se realizó en su domicilio del partido bonaerense de Tigre, luego de que se confirmara su procesamiento y quedara sin efecto la eximición de prisión que lo mantenía en libertad.
La investigación apunta a una maniobra que habría perjudicado al futbolista Gonzalo Montiel por una suma cercana a los 700.000 dólares. Ese dinero había sido aportado para participar en un desarrollo inmobiliario que, según la Justicia, nunca avanzó como estaba previsto. El proyecto, presentado como una sociedad destinada a invertir y generar rentabilidad, habría servido como fachada para desviar fondos hacia otros fines no autorizados.
Un emprendimiento sin avances reales
La familia de Montiel confió el capital a Payarola para que administrara la inversión. Sin embargo, los peritajes y documentos analizados indican que la supuesta empresa inmobiliaria no cumplió ninguna de las etapas necesarias para concretar la obra. Con esas pruebas, el expediente lo imputa por estafa, administración fraudulenta y lavado de activos, figuras que encuadran maniobras de desvío y ocultamiento de dinero.
A partir de estas sospechas, la Justicia ya había dictado un embargo millonario sobre los bienes del abogado. La reciente detención profundiza el proceso y abre la puerta a que aparezcan nuevas denuncias por operaciones similares, algo que los investigadores consideran posible debido al perfil profesional y mediático del detenido.
Lo que encontraron en los allanamientos
Además del procedimiento en su casa, hubo un segundo operativo en una oficina de Nordelta. Allí secuestraron documentación comercial, computadoras, teléfonos y dispositivos electrónicos que serán peritados para reconstruir el movimiento del dinero. La hipótesis de los investigadores es que pudo haberse montado una estructura destinada a simular gastos o inversiones inexistentes.
Todo el material incautado será clave para determinar el alcance real de la operación: qué uso se le dio al dinero, si hubo otros involucrados y si el proyecto inmobiliario funcionaba como pantalla para justificar movimientos financieros sin sustento.
Un nombre que vuelve al centro de la escena
Payarola ha sido una figura frecuente en conflictos legales de alto impacto mediático, lo que explica la fuerte repercusión que generó su detención. Su vínculo con personajes del espectáculo y del deporte alimentó sospechas sobre la magnitud que podría alcanzar la causa, especialmente si surgen más damnificados que se animen a declarar.
El expediente no solo analiza su rol individual, sino también la posible existencia de una red más amplia que permitiera canalizar fondos mediante sociedades o emprendimientos sin actividad real. Aunque por el momento no se confirmó la participación de terceros, los investigadores no descartan nuevas imputaciones.
Lo que se espera en la causa
Payarola permanecerá detenido mientras se completan los peritajes y se toman nuevas declaraciones. Los resultados del análisis del material tecnológico podrían acelerar el ritmo del expediente y definir el futuro procesal del abogado.
Para el entorno de Montiel, la principal preocupación es esclarecer qué ocurrió con la inversión y si existe alguna posibilidad de recuperar parte del capital aportado. La causa podría avanzar hacia etapas más complejas si se confirma que la maniobra tenía un alcance mayor al inicialmente denunciado.
Con la Justicia enfocada en desentrañar cómo se movieron los fondos y quiénes participaron en su administración, el caso promete seguir sumando capítulos en los próximos meses. Lo que comenzó como una disputa por un proyecto inmobiliario terminó convirtiéndose en uno de los escándalos judiciales más resonantes del año, con un protagonista acostumbrado a los flashes, pero ahora en el centro de una causa por presunta estafa millonaria.
