Tras dos años de gestión, Marcelo Domínguez renunció como ministro de Seguridad de Salta, resaltando los avances logrados y agradeciendo la confianza del gobernador Gustavo Sáenz.
"Ser ministro de Seguridad en un contexto económico y social tan complejo implica un desgaste considerable, pero llegar a los dos años de gestión fue un desafío que enfrenté con dedicación", expresó Domínguez, quien destacó como uno de sus logros la ampliación del parque automotor de la Policía. La incorporación de ómnibus y un minibús, aseguró, fue clave para garantizar la operatividad continua de las fuerzas de seguridad.
En el ámbito penitenciario, Domínguez impulsó la construcción de una nueva alcaldía y de una unidad especializada para internos de alto riesgo, medidas orientadas a mejorar las condiciones laborales de la Policía y reducir la criminalidad. "Cada recorrido por la provincia tuvo como propósito escuchar las necesidades de los salteños", subrayó. También destacó ser el ministro de Seguridad con mayor tiempo en el cargo y agradeció el respaldo recibido para liderar un área tan compleja, pese a su formación en el Poder Judicial.
En su lugar asumirá Gaspar Solá, quien desde mayo ejercía como Secretario de Política Criminal en la Procuración. Con una destacada trayectoria en el ámbito judicial, Solá enfrenta ahora el desafío de gestionar los temas de seguridad en una de las provincias más afectadas por este problema.