En medio de rumores que venían circulando con fuerza en las redes sociales y algunos programas de espectáculos, Evangelina Anderson confirmó lo que muchos ya sospechaban: su separación de Martín Demichelis, actual director técnico y exjugador de fútbol. Con tono calmo pero firme, la modelo aseguró que la decisión ya está tomada y que se encuentra atravesando una etapa compleja, en la que intenta resguardar a sus hijos y enfocarse en su nueva vida en Argentina.
La relación entre Anderson y Demichelis comenzó en 2007 y, aunque atravesó algunos altibajos a lo largo del tiempo, parecía consolidada con el paso de los años. En 2015, se casaron por civil y luego celebraron una boda íntima en Pilar. Fruto del vínculo nacieron tres hijos: Bastián, Lola y Emma. Sin embargo, el amor no alcanzó y, según reconoció la modelo, hace tiempo que la pareja está distanciada.
"Estoy separada, estamos bien, pero no voy a entrar en detalles porque hay tres chicos de por medio", expresó Anderson, intentando mantener la intimidad familiar a resguardo del espectáculo mediático. A diferencia de otras figuras del ambiente, dejó en claro que no tiene intenciones de hacer de su vida privada un tema de exposición pública. “Mi vida no es un show y mi familia no es un circo”, afirmó con contundencia.
Si bien no especificó las causas profundas de la separación, sí reconoció que fue una decisión difícil, tomada luego de mucho tiempo. La frase "18 años es mucho tiempo, no estoy saltando en una pata", sintetiza el momento emocional que está atravesando, en el que predomina el respeto mutuo por sobre cualquier tipo de escándalo.
Consultada sobre si ya comenzaron con los trámites de divorcio, Anderson fue directa: “Estamos en eso”. Y también dejó en claro que su intención es quedarse en Argentina, rodeada de sus afectos, buscando sostén emocional entre familiares y amigos. Esta decisión marcaría un cambio rotundo en su vida, teniendo en cuenta que durante muchos años vivió en el exterior, acompañando la carrera futbolística de Demichelis.
En cuanto a la relación actual con el exfutbolista, aseguró que mantienen un buen vínculo. “Con Martín nos llevamos bien”, declaró, dando a entender que no hay conflictos mayores ni disputas mediáticas en puerta. Por otra parte, aprovechó para desmentir algunos rumores que la vinculaban con otros futbolistas a través de redes sociales. “A ningún jugador le pongo like”, dijo, intentando cortar de raíz las especulaciones que muchas veces nacen en plataformas como Instagram o X (ex Twitter).
La confirmación de la ruptura llega luego de semanas en las que se notó cierta distancia entre ambos, tanto en lo personal como en lo mediático. Si bien ni Anderson ni Demichelis habían hecho declaraciones públicas sobre la situación, la ausencia de interacciones en redes y algunos gestos llamaron la atención de los seguidores de la pareja.
Por otro lado, Evangelina Anderson se ha ganado un lugar propio en el mundo del espectáculo y la moda, y mantiene una sólida base de seguidores en Argentina, especialmente en redes sociales. Su estilo directo y su decisión de priorizar a su familia la posicionan como una figura mediática que, aún en momentos difíciles, elige el bajo perfil.
Si bien la ruptura ya es un hecho, queda por verse cómo seguirá la dinámica familiar entre ambos, sobre todo en relación a la crianza de sus hijos. Por el momento, Anderson se muestra enfocada en el presente, acompañada por sus seres queridos, y dispuesta a transitar esta etapa con madurez y sin escándalos.
La historia de Evangelina Anderson y Martín Demichelis, que comenzó hace casi dos décadas, se cierra con un mensaje de respeto mutuo y la intención de seguir adelante sin hacer de la separación un espectáculo mediático. En tiempos donde las redes sociales y los medios de comunicación suelen amplificar los conflictos de las figuras públicas, la actitud reservada de la modelo salta a la vista.
Para quienes crecieron viendo a la pareja consolidarse entre viajes, mudanzas y logros profesionales, la noticia puede resultar sorpresiva o hasta triste. Sin embargo, lo cierto es que ambos protagonistas decidieron poner punto final a una etapa de sus vidas con discreción y sin resentimientos públicos.
En un país donde los romances de famosos muchas veces se transforman en novelas interminables, el caso de Anderson y Demichelis parece tomar otro rumbo: el de la discreción, el cuidado de los hijos y el respeto por una historia compartida que, si bien llegó a su fin, dejó huellas profundas.