Como cada septiembre, la Virgen del Milagro salió de la Catedral Basílica de Salta para encontrarse con su pueblo, en un acto que mezcla historia, tradición y fervor religioso. La procesión recuerda un hecho histórico de 1692, cuando los salteños imploraron a la Virgen que intercediera ante su Hijo para proteger la ciudad de los devastadores terremotos que amenazaban con destruirla. Desde entonces, la imagen se convirtió en un símbolo de protección y devoción para generaciones de salteños.
La salida de la Virgen se realizó entre un mar de pañuelos en alto y gritos de emoción de miles de fieles que se acercaron a la plaza 9 de Julio. Cada saludo, oración y gesto de respeto refleja el compromiso de los salteños con su patrona, renovando una tradición que atraviesa siglos y que se vive con intensidad familiar y comunitaria.
Tras recorrer las principales calles de la ciudad, la procesión se dirige hacia el Monumento 20 de Febrero, donde se llevará a cabo la Renovación del Pacto de Fidelidad. Este acto central simboliza la promesa histórica de los salteños de mantener viva la fe en la Virgen y honrar su protección año tras año.
La procesión del Milagro es uno de los eventos más esperados del calendario religioso de la provincia, convocando a miles de fieles de distintos barrios, departamentos y provincias cercanas. La combinación de música, rezos, cantos y el saludo a la Virgen crea un ambiente cargado de emoción y devoción, que caracteriza a esta celebración única en Argentina.
Los salteños, acompañados por visitantes de todo el país y de algunas regiones del extranjero, participan activamente del recorrido, siguiendo paso a paso la imagen que representa protección, esperanza y unidad comunitaria. Cada año, la procesión refuerza la identidad religiosa y cultural de la ciudad, consolidando al Milagro como un evento central de la vida salteña.
Con el avance de la procesión y la llegada de la Virgen al Monumento 20 de Febrero, se espera que los fieles renueven su compromiso, manteniendo viva la tradición que une fe, historia y emoción en el corazón de Salta.