En un nuevo capítulo que mezcla farándula, política y escándalo judicial, Marianela Mirra confirmó que está embarazada y el padre sería nada menos que José Alperovich, exgobernador de Tucumán, actualmente detenido por una condena por abuso sexual. La noticia, que viene circulando desde hace algunas semanas en los pasillos de los medios nacionales, fue finalmente ratificada por el entorno íntimo de la mediática, generando un fuerte impacto en la opinión pública.
Mirra, conocida por haber ganado una edición de Gran Hermano que la catapultó a la fama, mantiene desde hace tiempo un vínculo sentimental con Alperovich, aunque siempre se movió con hermetismo respecto a los detalles. Sin embargo, en abril de este año decidió blanquear la relación públicamente y, a partir de ese momento, la historia comenzó a tomar un tono cada vez más controvertido, especialmente por el contexto judicial del exmandatario.
Fuentes cercanas a la pareja aseguraron que el embarazo habría sido posible gracias a una inseminación artificial. La decisión, según comentan, fue tomada con pleno consentimiento de ambos, en un intento por afianzar el lazo que mantienen desde hace varios años, aunque siempre con idas y vueltas. Pese a las críticas y especulaciones, Mirra se ha mostrado decidida a sostener su elección, tanto en lo personal como en lo mediático.
La noticia no solo reavivó el debate sobre la relación entre ambos, sino que también despertó un sinfín de reacciones cruzadas en redes sociales y en los medios del país. El hecho de que Alperovich esté actualmente alojado en el penal de Ezeiza, cumpliendo una condena firme, vuelve todo aún más complejo y polémico. Desde junio de 2024, el exgobernador tucumano permanece detenido, compartiendo pabellón con otros condenados por delitos similares.
En las últimas semanas, Mirra ha tenido varios cruces con la prensa que intentó indagar sobre su situación. En un móvil televisivo que se viralizó rápidamente, la salteña respondió de forma tajante ante las preguntas de un periodista que le consultó directamente si esperaba un hijo del exgobernador. Visiblemente molesta, le pidió que se retirara y dejó en claro que no piensa dar más explicaciones sobre su vida privada.
“No voy a aclarar nada. Mi vida no es un show para nadie”, habría expresado de manera contundente durante el cruce. Esta actitud, lejos de apagar la polémica, la encendió aún más, despertando un nuevo interés sobre su situación sentimental y la maternidad que se avecina.
La relación entre Mirra y Alperovich se remonta a varios años atrás, aunque siempre estuvo marcada por el silencio y las versiones contradictorias. Recién este año, ella decidió ponerle palabras al vínculo, defendiendo su postura en redes sociales con un mensaje directo: “Mi pareja es Alperovich. Esto es de casi toda mi vida, no soy puta, no tengo asociación ilícita, no tengo familia de chorros y ñoquis”.
En Salta y el norte argentino, la noticia cayó como una bomba. No solo por el perfil público de Mirra, quien tiene raíces en esta provincia y mantiene una fuerte presencia mediática, sino también por la figura de Alperovich, un dirigente que durante años tejió poder en Tucumán y que ahora enfrenta una de las caídas más estrepitosas del arco político regional.
Mientras tanto, desde la cárcel, Alperovich no ha emitido declaraciones sobre el embarazo, y se desconoce si ha podido mantener contacto con Mirra en los últimos días. Por razones judiciales, las visitas están fuertemente controladas, aunque se sabe que ella ha asistido en varias oportunidades al penal de Ezeiza durante el último año. Algunos allegados sostienen que, incluso estando privado de su libertad, el exgobernador tuvo un rol activo en la decisión de formar una familia con ella.
Para muchos, este tipo de noticias reflejan la tensión que existe entre lo mediático y lo judicial, y cómo figuras públicas intentan mantener su poder simbólico incluso en contextos adversos.
Por ahora, Marianela Mirra continúa con su embarazo lejos de los focos, aunque su nombre sigue generando titulares. Con una postura desafiante y sin intención de dar explicaciones, parece decidida a afrontar esta nueva etapa a su manera, en medio del ruido mediático que no deja de crecer.
El tiempo dirá si este vínculo logra consolidarse pese a las circunstancias, o si será otro capítulo más en una historia cargada de polémicas, escándalos y decisiones que dividen a la opinión pública. Lo cierto es que el embarazo está en marcha, es real, y vuelve a poner en escena a dos personajes que, por distintas razones, no dejan de estar bajo la lupa.