El inicio del paro nacional de transporte en Bolivia ya genera inquietud en Salta. Aunque el flujo comercial en los pasos fronterizos de Yacuiba y Bermejo transcurrió sin incidentes en las primeras horas, las autoridades y comerciantes advierten que, si el conflicto persiste, la llegada de mercaderías y personas podría verse seriamente afectada.
En ciudades como Tarija y Santa Cruz de la Sierra, los efectos del paro ya se sienten con bloqueos en rutas principales y cortes en zonas urbanas. La medida fue adoptada en rechazo a aumentos en combustibles y ajustes en la subvención estatal, que encarecen hasta un 150% el diésel y un 80% la gasolina. Los transportistas locales indican que la protesta busca defender la calidad del combustible y garantizar condiciones justas para el transporte de carga y pasajeros.
Desde Bermejo, referentes del sector señalan que, por ahora, la frontera mantiene actividad normal, pero alertan que cualquier extensión del paro repercutirá en toda la cadena comercial de Salta. Los productos más sensibles a estos cambios son los alimentos, bebidas y, especialmente, la hoja de coca, clave para productores y comerciantes de la provincia.
“El paro puede encarecer todo, desde la mercadería hasta la indumentaria y calzados. En tiempos de Reyes, los juguetes también podrían subir de precio”, indicaron desde el comercio local, remarcando la dependencia de Salta del intercambio transfronterizo.
Los transportistas bolivianos también plantean dificultades técnicas con los sistemas de compra de combustible y la necesidad de diálogo con el Gobierno nacional para llegar a acuerdos que eviten mayores perjuicios. Por ahora, la estrategia es mantener la comunicación abierta y garantizar el abastecimiento mientras se buscan soluciones.
Si bien la situación aún es controlable, la prolongación del conflicto podría afectar directamente la economía salteña, con aumentos de precios y posibles retrasos en la llegada de productos básicos. Comerciantes y consumidores esperan que las negociaciones avancen rápidamente para minimizar el impacto en la provincia.
La atención está puesta en los próximos días: cualquier nuevo bloqueo o extensión del paro en Bolivia podría reflejarse de inmediato en los precios locales, poniendo a prueba la logística y la paciencia de quienes dependen del comercio transfronterizo.