General Ballivián volvió a ser escenario de una protesta que paralizó el tránsito en una de las rutas más importantes de Salta. Durante la tarde de ayer, un grupo de manifestantes cortó la Ruta Nacional 34, generando demoras de varios kilómetros y provocando malestar entre automovilistas, camioneros y pasajeros de colectivos que se dirigían hacia distintos puntos de la provincia.
Según pudo observarse en el lugar, la columna de vehículos detenidos se extendía por varios kilómetros, con conductores que esperaban paciencia mientras los piqueteros mantenían la interrupción. El corte se realizó sobre la calzada principal y afectó tanto el tránsito local como el de larga distancia, complicando la conexión entre el norte salteño y las ciudades del sur de la provincia.
Los protagonistas de la protesta serían integrantes de comunidades originarias de la región, que en el pasado han realizado manifestaciones similares reclamando planes sociales y mejoras en los servicios básicos. En esta ocasión, los reclamos se centraron en la necesidad de acceso a tierras y a soluciones habitacionales, demandas históricas que mantienen en tensión a distintos sectores del norte provincial.
El bloqueo generó incomodidad entre los vecinos y viajeros que se encontraban circulando por la zona. Muchos conductores denunciaron que no hubo aviso previo y que la demora alteró sus horarios, afectando incluso la logística de transporte de carga que circula habitualmente por esta vía estratégica.
La Ruta Nacional 34, arteria clave de Salta que conecta localidades del norte con la capital provincial y provincias vecinas, se vio interrumpida por varias horas. La zona de General Ballivián, un punto frecuente de este tipo de manifestaciones, volvió a evidenciar los conflictos sociales que persisten en la región y la falta de soluciones inmediatas para los sectores más vulnerables.
Las comunidades originarias insisten en visibilizar la problemática de la tierra, que incluye demandas históricas sobre terrenos que consideran ancestrales, y que buscan regularizar para garantizar vivienda digna y proyectos productivos sostenibles. Las protestas suelen ser pacíficas, aunque su impacto sobre el tránsito genera tensiones con otros ciudadanos, situación que se repite en distintos puntos de Salta.
La interrupción de la Ruta Nacional 34 también provocó que algunos transportes debieran desviar su recorrido por caminos secundarios, aumentando los tiempos de viaje y los costos operativos. Esta situación evidencia la necesidad de un diálogo más fluido entre los reclamos sociales y las autoridades provinciales para evitar que las rutas clave se vean afectadas de manera recurrente.
Vecinos de General Ballivián comentaron que las manifestaciones se han vuelto habituales y que, si bien comprenden los reclamos, es indispensable coordinar acciones que no perjudiquen a quienes necesitan trasladarse por la zona. Los conductores afectados destacaron la falta de información sobre el corte, lo que generó caos y confusión en plena tarde.
El episodio refleja la complejidad social de Salta, donde las comunidades originarias mantienen reclamos históricos, mientras la provincia busca garantizar la conectividad de sus rutas principales y la movilidad de bienes y personas. En este contexto, los cortes de ruta se transforman en un símbolo de las demandas pendientes, aunque a la vez generan consecuencias inmediatas para la vida cotidiana de otros ciudadanos.
Autoridades provinciales aún no informaron sobre medidas concretas para descomprimir la situación, aunque se espera que en las próximas horas se busquen alternativas para habilitar el tránsito y atender los reclamos de los manifestantes de manera ordenada. La Ruta Nacional 34 sigue siendo un punto estratégico, no solo para Salta, sino para el comercio y transporte del norte argentino, por lo que su liberación y control es una prioridad para las autoridades.
La protesta de General Ballivián se suma a otras manifestaciones en distintas localidades de Salta, donde los cortes de rutas son una herramienta utilizada por sectores vulnerables para visibilizar problemáticas que no encuentran solución inmediata. La combinación de reclamos sociales y la importancia de la infraestructura vial pone en evidencia la necesidad de estrategias que permitan atender las demandas sin afectar la circulación ni la economía local.
Mientras tanto, los automovilistas y transportistas afectados deberán extremar precauciones y considerar rutas alternativas, a la espera de que la Ruta Nacional 34 recupere su normalidad. La situación deja en claro que, en Salta, la tensión entre la protesta social y la movilidad sigue siendo un desafío recurrente, que requiere diálogo, planificación y medidas concretas para garantizar derechos y seguridad vial al mismo tiempo.