El ajo, ese pequeño pero poderoso bulbo, ha sido valorado durante siglos tanto por sus usos culinarios como por sus numerosos beneficios para la salud. Consumir un diente de ajo diariamente puede aportar mejoras significativas a nuestra salud, y aquí te explicaré por qué se recomienda esta práctica y cuál es el mejor momento del día para hacerlo.
El ajo es rico en compuestos de azufre, vitaminas C y B6, manganeso, selenio y fibra, lo que le confiere una serie de propiedades saludables. Entre los beneficios más destacados se encuentran:
Ayuda a reducir la inflamación y puede aliviar dolores articulares y musculares.
Consumir ajo puede disminuir los niveles de colesterol LDL (el “malo”) y triglicéridos, mientras aumenta el colesterol HDL (el “bueno”). Además, favorece la dilatación de los vasos sanguíneos, lo que ayuda a regular la presión arterial.
El ajo es conocido por su capacidad para combatir infecciones, incluyendo resfriados, gracias a su capacidad para fortalecer el sistema inmunológico. Contiene antioxidantes que pueden reducir el riesgo de enfermedades como el cáncer, especialmente el de colon.
La hora ideal para consumir ajo depende del efecto deseado. Se sugiere comer ajo en ayunas para aprovechar al máximo sus beneficios cardiovasculares y digestivos. Al hacerlo por la mañana, puede ayudar a bajar los niveles de colesterol y triglicéridos y aliviar malestares gastrointestinales.
Por otro lado, consumir ajo por la noche puede contribuir a una mejor calidad del sueño, especialmente en personas que sufren de insomnio. También puede ser útil para combatir dolores de cabeza y reducir la presión arterial alta, lo que puede resultar en un sueño más placentero.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que el ajo puede irritar el estómago si se consume solo, por lo que se recomienda acompañarlo con otros alimentos. Además, su consumo excesivo puede tener contraindicaciones, por lo que siempre es aconsejable consultar con un profesional de la salud antes de iniciar cualquier régimen alimenticio.