En el corazón de Salta, en el tradicional mercado San Miguel, los precios de pescados y mariscos se mantienen estables desde hace meses, en un contexto donde la inflación golpea con fuerza a la mayoría de los alimentos de la canasta familiar. Esta tranquilidad en los valores de productos del mar y río se refleja en un consumo sostenido, impulsado además por un creciente interés de la población adulta y mayor en incorporar pescado a su dieta.
El pescado se presenta como una alternativa nutritiva y saludable, no solo por su aporte proteico sino también por su contenido de vitamina D, fundamental para el bienestar general, sobre todo en los grupos etarios más vulnerables. Muchos salteños mayores han incorporado el pescado en su alimentación diaria siguiendo recomendaciones médicas, que remarcan su valor para la salud cardiovascular y ósea.
En la pescadería del mercado San Miguel, uno de los puntos de referencia en la ciudad, se pueden encontrar tanto pescados de río como de mar, así como mariscos frescos y productos elaborados como milanesas y medallones, que facilitan el consumo cotidiano. La variedad se adapta a todos los gustos y bolsillos, desde pescados económicos hasta opciones gourmet.
Un relevamiento reciente en el puesto arroja los siguientes precios: sábalo y bagre a $8.000 el kilo; filet de merluza a $9.500; dorado y boga a $10.000; filet de atún a $12.000; pejerrey y cornalitos a $15.000 y $16.000 respectivamente; y pacú filet a $16.000 el kilo. Entre las especialidades, las milanesas de merluza van de $12.000 a $13.000, mientras que los medallones simples y con espinaca oscilan entre $7.000 y $7.500 el kilo.
En cuanto a mariscos, el surtido alcanza los $25.000 por 800 gramos, igual que los langostinos por kilo. Mejillones y tentáculos de calamar se venden a $17.000, y el kanikama a $18.000.
En un mercado que suele verse afectado por subas constantes, esta estabilidad es valorada por los consumidores salteños, que buscan cuidar la economía familiar sin resignar calidad ni variedad. Además, los profesionales recomiendan seguir ciertas pautas para asegurarse de que el pescado sea fresco y apto para el consumo, como observar que la piel mantenga colores vivos y brillantes, los ojos estén sobresalientes y transparentes, y que las agallas sean rojas intensas.
El cuidado en la elección no solo garantiza sabor, sino también salud y seguridad alimentaria, fundamentales para las familias en Salta, que valoran el pescado como un pilar en su dieta cotidiana. En un contexto donde la alimentación saludable cobra cada vez más protagonismo, este alimento se consolida como una opción accesible, nutritiva y amigable para todos.