La China Suárez ha vuelto a convertir su refugio en Carmelo, Uruguay, en el escenario de un nuevo capítulo de su vida sentimental. Esta vez, la actriz llevó a Mauro Icardi a la misma chacra donde, años atrás, se reconcilió con Benjamín Vicuña y vivió momentos clave de su historia personal.
Este lugar, conocido como Campo de Magnolias, tiene un significado especial para Suárez. La casa, construida en 1930, pertenece a su amiga, la diseñadora Natalia Antolín, y ha sido testigo de momentos importantes en la vida de la actriz. Allí celebró cumpleaños, compartió días con sus hijos y hasta decidió bautizar a su hija Magnolia, inspirándose en el nombre del campo.
El refugio cuenta con una piscina, viñedos, un establo y un extenso jardín con árboles frutales, lo que lo convierte en un espacio ideal para desconectarse del ruido mediático. En 2019, Suárez y Vicuña se reconciliaron en este mismo lugar tras una crisis en su relación, lo que refuerza la carga emocional que tiene para la actriz.
Ahora, tres años después, la actriz ha decidido compartir este espacio con Mauro Icardi, en medio de la polémica por su ausencia en el encuentro con sus hijas en Buenos Aires durante el Día del Padre. A pesar de contar con una autorización judicial para reunirse con ellas en un espacio neutral, el futbolista optó por viajar a Uruguay con Suárez, lo que generó críticas en redes sociales.
Las imágenes compartidas por Icardi en sus redes sociales muestran a la pareja disfrutando de la tranquilidad del lugar, con una chimenea encendida y una decoración rústica que refuerza el ambiente acogedor de la chacra. La publicación, acompañada de emojis alusivos al otoño y al amor, no tardó en generar reacciones entre los seguidores del futbolista y la actriz.