La familia ensamblada de Maxi López sumará un nuevo integrante, y la noticia fue recibida con alegría por todos, especialmente por su hijo mayor, Valentino López, fruto de su relación con Wanda Nara. El exfutbolista y su actual pareja, la modelo sueca Daniela Christiansson, anunciaron a través de las redes sociales que están esperando su segundo hijo juntos, y la reacción de Valentino no tardó en llegar: un gesto simple pero cargado de emoción que dejó en claro el vínculo afectivo que mantiene con su padre y con la familia que han construido.
La noticia fue dada a conocer por Daniela mediante un tierno posteo en Instagram, donde compartió una serie de imágenes que incluían una ecografía reciente y una postal familiar junto a su hija Elle, nacida en marzo de 2023. “This was the most beautiful surprise. We can’t wait to meet you, baby on the way” (“Esta fue la sorpresa más hermosa. No podemos esperar a conocerte, bebé en camino”), escribió la modelo, acompañando el mensaje con el hashtag #bebéencamino.
Entre los cientos de comentarios que recibió la publicación, uno de los más destacados fue el de Valentino, quien dejó tres emojis de caritas con corazones, una reacción breve pero significativa que fue interpretada como una muestra de aceptación, cariño y entusiasmo por la llegada de su nuevo hermanito o hermanita. El adolescente, de 16 años, ha demostrado en varias ocasiones su madurez emocional y su capacidad para adaptarse a los cambios familiares, incluso en un contexto mediático que muchas veces lo expone más de lo deseado.
Valentino es el mayor de los hijos de Maxi López y Wanda Nara, y con este nuevo embarazo, se convertirá en hermano de siete: Constantino y Benedicto (también hijos de Wanda y Maxi), Francesca e Isabella (hijas de Wanda con Mauro Icardi), Elle (la primera hija de Maxi y Daniela), y el bebé en camino. A pesar de la complejidad que puede implicar una familia tan numerosa y diversa, el joven ha sabido construir lazos sólidos con todos sus hermanos, y su reacción pública al embarazo de Daniela es una prueba más de ese compromiso afectivo.