En medio de un torbellino mediático que involucra romances, conflictos legales y mudanzas internacionales, Yanina Latorre lanzó una teoría que no pasó desapercibida: según la periodista, Wanda Nara y Mauro Icardi podrían reconciliarse, pese a los escándalos que marcaron su separación y a la actual relación del futbolista con la actriz Eugenia “La China” Suárez.
La panelista de Sálvese quien pueda se animó a responder preguntas de sus seguidores en redes sociales y, sin rodeos, aseguró que la historia entre Wanda y Mauro “no está terminada”. Cuando le preguntaron directamente si creía que volverían, Latorre respondió con un rotundo “sí”. Y fue más allá: afirmó que, a pesar de las peleas públicas, las medidas judiciales y los terceros en discordia, “se aman”.
Esta declaración se da en un contexto de creciente especulación sobre el estado de la relación entre Icardi y La China Suárez. Aunque ambos fueron vistos juntos recientemente en un evento familiar, las imágenes mostraron cierta distancia entre ellos, lo que alimentó los rumores de crisis. Según Latorre, incluso la actriz estaría incómoda con la posibilidad de que Wanda y Mauro se reencuentren a solas, porque “sabe que se van a sacudir las plumas”.
La teoría de Yanina se apoya en una lectura emocional del vínculo entre la empresaria y el delantero del Galatasaray. Para ella, más allá de los conflictos legales, que incluyen una medida cautelar que les impide hablar públicamente sobre sus hijas bajo amenaza de una multa millonaria, hay un lazo afectivo que no se ha roto del todo. “Todo lo que hacen, lo hacen por despecho”, habría dicho en otra oportunidad, sugiriendo que tanto las nuevas relaciones como los enfrentamientos públicos son parte de una dinámica pasional que aún los une.
Mientras tanto, Wanda Nara se muestra activa en redes sociales, compartiendo momentos con sus hijas y salidas con amigas, como su reciente asistencia al show de Quevedo en Buenos Aires. En uno de sus videos, incluso se la vio cantando la canción “Wanda” del artista español, haciendo el gesto de los “cuernitos” con las manos y riéndose, lo que muchos interpretaron como una indirecta cargada de ironía.