La separación de Nico Vázquez y Gimena Accardi, tras 18 años de relación, sacudió al mundo del espectáculo argentino. Lo que parecía una pareja sólida y entrañable terminó en un comunicado conjunto que hablaba de respeto, amor y caminos separados. Sin embargo, detrás de esa declaración pública, se esconde un dolor profundo que el actor compartió en una conversación privada con Yanina Latorre, revelando que atraviesa uno de los momentos más difíciles de su vida.
Según relató la conductora en Sálvese Quien Pueda, fue el propio Nico quien la llamó, visiblemente afectado. “Hablé con un Nico Vázquez destrozado, llorando. Me dijo que su vida es un infierno”, contó Latorre. El actor le confesó que no puede dormir, que le cuesta concentrarse en sus funciones teatrales y que se siente “roto por dentro”. A pesar de estar protagonizando la obra Rocky, en uno de los mejores momentos de su carrera, Nico no logra disfrutar nada.
Durante la charla, Vázquez explicó que la crisis con Gimena llevaba más de un año. Intentaron recomponer la relación de diversas maneras, incluso se mudó a otro departamento para ver si la distancia física ayudaba a extrañarse. Pero nada funcionó. “Había desencuentros, discusiones, intentamos todo”, le confesó a Latorre. El actor también recordó el derrumbe del edificio en Miami, una tragedia que vivieron juntos y que aún lo persigue emocionalmente. “Todavía está haciendo terapia, no puede hablar de ese tema, lo tiene enloquecido”, relató la periodista.
Uno de los puntos más sensibles fue la interpretación de Latorre sobre quién tomó la decisión final. Aunque el comunicado hablaba de una separación consensuada, ella sostuvo que fue Gimena quien lo dejó. “Para mí ella lo dejó a él”, dijo, basándose en detalles que Nico le confió. La actriz se fue un mes de vacaciones a Madrid, y ese tiempo habría sido clave para tomar distancia y definir el rumbo de la relación.