Después de años de ser sinónimo de éxito televisivo, Marcelo Tinelli enfrenta uno de los momentos más desafiantes de su carrera. La cancelación definitiva del Bailando 2025, uno de los formatos más emblemáticos de la televisión argentina, dejó al conductor fuera del aire y con la necesidad urgente de reconfigurar su futuro profesional. Pero fiel a su estilo, Tinelli no se quedó de brazos cruzados. En las últimas horas se confirmó su desembarco en el mundo del streaming, un terreno nuevo para él, pero con potencial para marcar una nueva etapa en su trayectoria.
La noticia fue confirmada en el programa LAM (América TV), donde se reveló que Tinelli ya cerró contrato para sumarse al canal digital Carnaval, un espacio que reúne figuras como Viviana Canosa, Jorge Rial y Alejandro Fantino. El conductor estará al frente de un ciclo propio, con emisiones dos veces por semana, en horario nocturno y con un formato más flexible, adaptado a la lógica de las plataformas digitales.
Según trascendió, el programa combinará actualidad, humor y entrevistas, y contará con la participación de Iván Ramírez, humorista e imitador que se destaca por sus caracterizaciones de figuras como Javier Milei, Ángel de Brito y Guido Kaczka. También se sumará Sabrina Rojas, quien aportará frescura y picante como co-conductora.
La cancelación del Bailando no fue solo un golpe artístico. Según fuentes cercanas al entorno de Tinelli, el conductor enfrenta una situación económica compleja, con compromisos financieros importantes y una estructura empresarial que requiere ingresos constantes. El formato del Bailando, considerado uno de los más caros de la televisión argentina, fue dado de baja por América TV debido a los altos costos y la baja rentabilidad.
En ese contexto, el paso al streaming aparece como una estrategia de supervivencia, pero también como una oportunidad de reconexión con el público joven, que consume contenidos desde plataformas digitales y redes sociales. Tinelli, que supo reinventarse en múltiples ocasiones, ahora apuesta a un nuevo lenguaje, más directo, más inmediato y menos dependiente de la televisión tradicional.