En una tarde gris en Mataderos, Central Norte de Salta se volvió con un sabor amargo tras empatar 0 a 0 frente a Nueva Chicago por la 27ª fecha de la Primera Nacional.
El equipo dirigido por Alfredo Riggio mostró más ambición que su rival, pero un arbitraje polémico, encabezado por Pablo Giménez, privó al Cuervo de un triunfo que parecía estar al alcance de la mano. Un claro penal no cobrado en tiempo de descuento desató la bronca de los hinchas salteños, que una vez más ven cómo decisiones arbitrales cuestionables frenan las aspiraciones del equipo en el torneo.
El encuentro, disputado en el estadio República de Mataderos, fue de trámite cerrado, con ambos equipos más preocupados por no perder que por arriesgar en ataque. Sin embargo, Central Norte se mostró más incisivo en los momentos clave, especialmente en el complemento, donde generó las chances más claras. La jugada que desató la controversia llegó en el minuto 93, cuando Diego Ledesma, delantero cuervo, quedó mano a mano tras un pase filtrado. En su intento por definir, fue claramente derribado dentro del área por un defensor de Chicago. La expectativa de los jugadores y la parcialidad salteña se convirtió en indignación cuando Giménez, lejos de señalar el penal, marcó una supuesta mano del atacante, una decisión que dejó atónitos a propios y extraños.
La bronca no es nueva para los hinchas de Central Norte. En una categoría tan competitiva como la Primera Nacional, donde cada punto vale oro, los errores arbitrales pesan como una losa. Este no es el primer partido en el que el Cuervo se siente perjudicado. Durante la temporada, varias decisiones controversiales han generado sospechas entre los simpatizantes, que no dudan en señalar una posible “mano negra” contra los equipos del interior, especialmente los del norte argentino. En Salta, donde el fútbol es pasión y sacrificio, estas situaciones se viven con una mezcla de impotencia y orgullo, porque el equipo sigue luchando a pesar de los obstáculos.
El partido en sí no fue un espectáculo para el recuerdo. Durante el primer tiempo, las chances de gol brillaron por su ausencia. Central Norte tuvo un remate de media distancia de Gonzalo Álvez que pasó cerca del palo, mientras que Nueva Chicago respondió con un cabezazo de Iván Magi que el arquero cuervo, Germán “Colo” Acosta, despejó en la línea con una reacción felina. Ambos equipos se estudiaron demasiado, y el miedo a equivocarse primó sobre la creatividad. En el complemento, el Cuervo tomó la iniciativa, con un Juan Pablo Cabaña movedizo que complicó a la defensa local, pero la falta de precisión en los metros finales impidió que el marcador se moviera.