El cierre de la temporada 2025 de la Fórmula 1 en Abu Dhabi dejó un viernes movido para Franco Colapinto, que volvió a captar la atención de los fanáticos argentinos y especialmente del público salteño que sigue de cerca cada paso del joven piloto. La primera jornada en Yas Marina mostró dos caras muy distintas para el representante de Alpine: una mañana competitiva, con un 10° puesto alentador, y una segunda sesión que lo dejó relegado al 19°, a más de un segundo y medio de la punta.
Ese contraste generó sorpresa en el propio Colapinto, que destacó que el rendimiento del Alpine fluctuó de manera difícil de comprender, aun cuando él repitió tiempos similares entre la primera y segunda práctica. Los entrenamientos del viernes suelen ser clave para calibrar el auto, probar cargas aerodinámicas y entender el comportamiento del neumático en un circuito que cambia mucho de la tarde a la noche. Sin embargo, en esta ocasión la evolución no fue la esperada.
El piloto argentino arrancó la jornada con buenas referencias: en la FP1 quedó a poco más de tres décimas del tiempo más rápido. En ese tramo, el ritmo del Alpine lo dejó por delante de sus compañeros de equipo y lo colocó en un lugar competitivo frente a la mitad de la parrilla. A simple vista parecía un arranque prometedor, especialmente considerando las dificultades que atravesó el equipo durante varias carreras del año. Pero el panorama cambió drásticamente cuando cayó el sol y comenzó la FP2, la sesión más representativa en cuanto a configuración para clasificación y carrera.
A pesar de que Colapinto logró incluso una décima más que en la sesión anterior, la diferencia respecto al resto del pelotón se ensanchó de manera llamativa. Mientras otros equipos avanzaron con claridad gracias a las mejores condiciones de pista nocturna, Alpine retrocedió. Por eso, la lectura posterior del argentino fue de desconcierto: sostuvo que el auto no acompañó la evolución natural del circuito y que esa pérdida de ritmo debe ser estudiada para evitar que se repita en momentos clave del fin de semana.
Uno de los puntos positivos para Colapinto estuvo en las simulaciones de carrera. Allí, con tanque cargado y neumáticos duros, mostró tiempos parejos y competitivos. En un circuito como Yas Marina, donde la degradación suele ser un factor determinante en la estrategia, esos ensayos pueden transformarse en un elemento a favor para el domingo. Mientras varios rivales apostaron a gomas medias para sus tandas largas, el argentino trabajó con compuestos más duros y aun así logró sostener ritmos cercanos —e incluso mejores— que los de su compañero de equipo.
Esa consistencia invita a pensar que las diferencias más fuertes entre las dos prácticas del viernes no estuvieron relacionadas con la conducción, sino con el comportamiento general del auto. Alpine viene de una temporada irregular, en la que algunas mejoras aerodinámicas dieron resultado en ciertos circuitos, pero quedaron cortas en otros. Abu Dhabi, por sus características —rectas largas combinadas con curvas lentas y una gran sensibilidad a la temperatura del asfalto— puede exponer rápidamente cualquier debilidad.
Para Colapinto, la clave estará en analizar qué variables se modificaron entre una sesión y otra. Las variaciones de viento, el nivel de carga aerodinámica, la presión de neumáticos o incluso los ajustes en la suspensión pueden provocar cambios importantes en el rendimiento. De hecho, muchos equipos aprovechan la FP2 para probar configuraciones más agresivas, aunque corran el riesgo de que el auto se vuelva inestable. Lo cierto es que, a diferencia de sus rivales directos, Alpine no dio el salto hacia adelante que se esperaba con las condiciones nocturnas.
A pesar de la frustración inicial por perder posiciones, el argentino mantuvo un mensaje optimista hacia lo que queda del fin de semana. Destacó que, como equipo, suelen mejorar sesión tras sesión y que el sábado será clave para afinar la puesta a punto antes de la clasificación. También valoró las buenas sensaciones que tuvo en el auto, más allá de los tiempos. En Fórmula 1, sentirse cómodo en el cockpit es un factor determinante para extraer el máximo rendimiento en momentos decisivos.
El sábado en Abu Dhabi siempre se presenta como una jornada exigente. Los equipos disponen solo de una hora en la FP3 para corregir errores y dejar el auto listo para la clasificación. Todo lo que no se entienda el viernes debe resolverse con rapidez, porque la ventana para probar alternativas es limitada. Para Colapinto, ese desafío no es nuevo: durante el año ya vivió fines de semana en los que comenzó lejos y terminó dando saltos importantes gracias al trabajo conjunto con los ingenieros.
El contraste entre las dos prácticas del viernes también dejó una lectura interesante sobre la performance general de Alpine. Mientras los autos de punta, especialmente McLaren y Red Bull, encontraron rápidamente un ritmo sólido, la escudería francesa vuelve a mostrar que todavía está un paso por detrás en materia de consistencia. Para un piloto joven como Colapinto, adaptarse a estas diferencias forma parte del proceso de crecimiento en la categoría.